El retorno de Pachi Vázquez a la batalla política rompe el grupo de gobierno carballiñés

x. m. r. OURENSE / LA VOZ

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Las diferencias entre el alcalde y el edil de Personal, Adolfo Nogueira, condicionan la actividad municipal

22 ene 2019 . Actualizado a las 08:06 h.

Pachi Vázquez está de vuelta en la política ourensana. Realmente nunca estuvo fuera, por más que sus intentos de ser candidato a la alcaldía de Ourense (2015) y secretario provincial del PSOE (2017) se saldaran con sendas derrotas que le restaron poder y protagonismo en las filas socialistas. Bajo el paraguas del puño y la rosa ya no había capacidad de maniobra de cara a la convocatoria del 26 de mayo -Barquero volverá a ser el candidato del partido por la ciudad- y el exconselleiro de Medio Ambiente rompió la baraja alegando purgas y marginación en el partido. Una jugada de libro: dar un portazo con un plazo prudencial de maniobra para armar una nueva estructura y equipos que le permitan concurrir a las próximas municipales. De libro pero demasiado evidente.

Desde el Espazo Común Socialista, la marca usada para esta nueva etapa, se baraja como escenario la presentación de candidaturas en, al menos, 23 municipios de la provincia. Entre los mismos estarían, con una presencia destacada de la nueva formación, los concellos de la comarca de O Carballiño. Y precisamente en su villa natal, donde inició su carrera política y donde ejerció como alcalde entre 1995 y 2015, podría estar una de sus mayores paradojas y contradicciones.

Tras la derrota en las primarias para la alcaldía de Ourense, Pachi Vázquez se volcó en la campaña de las elecciones municipales de O Carballiño. Su apoyo incondicional a la lista encabezada por Francisco Fumega y el trabajo desarrollado durante toda la campaña contribuyeron a recuperar la alcaldía para el PSOE. El exconselleiro marcó de cerca el territorio durante todo el mandato, con tres de los ocho ediles como reconocidos «pachistas» y con el concejal de Personal y Economía, Adolfo Nogueira, como principal valedor.

El acercamiento del grupo de gobierno a las tesis de Gonzalo Caballero -Fumega y la concejala Marina Ortega están en la ejecutiva gallega- fue marcando el distanciamiento. Que se convirtió en abierta discrepancia tras el portazo de Pachi Vázquez al PSOE.

Del apoyo a la división del voto

Las diferencias entre las partes mudaron en ruptura tras el desencuentro que tuvieron Fumega y Nogueira en una reunión con colectivos de la villa. Desde entonces el concejal evita acudir al Concello do Carballiño por las mañanas, para no coincidir con el alcalde, y sí lo hace algunas tardes para dar salida a los asuntos pendientes. Los socialistas críticos, no abandonaron por ahora el partido, han anunciando una candidatura alternativa a la que encabezará el actual alcalde, que gobierna en minoría. Paradojas de la vida: quien ayudó a convertir en regidor a Fumega promoverá la división del voto socialista y, con la misma, pondrá en peligro su continuidad.