Tiran la casa de Parderrubias que tenía orden de derribo

M. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La policía autonómica vigila que se ejecute la demolición

07 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hubo más notificaciones oficiales, asegura el afectado, Orlando Blanco. El lunes por la mañana apareció en su casa de Parderrubias, sobre la que pendía una orden de derribo ordenada por la APLU (Axencia de Protección da Legalidade Urbanística), la comitiva de Policía Autonómica que acompañaba a la pala con la que se ejecutaría el derribo.

El plazo inicial, 1 de octubre, no se había cumplido. El dueño de la vivienda había instalado un cartelón en la fachada anunciando que ese día se ejecutaría la demolición y convocaba a presenciarlo. La piqueta no apareció ese día, pero la maquinaria administrativa no estaba detenida. Solo esperaron a que bajase la atención. El lunes una larga comitiva de numerosos vehículos de la Policía Autonómica y varios de la Guardia Civil precedía a la pala. Orlando Blanco no se lo esperaba, creía que aún tenía un recurso pendiente de resolver. La víspera de inicio de la demolición recibió un aviso de un conocido advirtiéndole que al día siguiente sería el final. Pudo sacar las pertenencias que aún tenía en la casa. «Tiña todo aí. Eu esperaba que se puidese buscar unha solución en lugar do derrube. Non o entendo e non só porque me toque a min», reflexionaba el propietario, que no quiso ver la demolición.

Con la vivienda desaparece también el negocio del que vivía el afectado, que tiene una panadería con cuatro empleados. El horno que tenía en la casa no lo pudo sacar. Haberlo hecho le costaría unos diez mil euros, según le dijeron. En este primer momento, está surtiendo su despacho de panadería con el pan que le ofreció otro obrador.

La casa se construyó en una finca considerada como inundable por estar a escasos metros del río Barbañica. Cuando se levantó las normas aún lo permitían, pero luego cambiaron.