Los de Lestón fueron goleados (4-0) en O Couto
13 oct 2018 . Actualizado a las 13:38 h.La UD Ourense encontró su velocidad de crucero en la Tercera División y el modesto Paiosaco no fue quien de interrumpir esa marcha en O Couto: 3-0.
El tanteo de dos rivales que parecían buscarse las cosquillas en el tramo inicial del choque se terminó cuando Óscar Fondevila comenzó a sorprender entre líneas en la línea de tres cuartos, gracias a sus permutas con los dinámicos Adrián Presas y Rubén Durán. Una incursión del vigués por el flanco siniestro terminó en pase al corazón del área pequeña, donde Hugo García metió el pie para abrir el marcador y echar por tierra el trabajo de contención de los verdiblancos.
Los visitantes intentaban incordiar a su oponente, pero recibieron otra estocada ?esta vez por banda derecha?, donde Rubén Arce envió un centro que el mismo Hugo cabeceó y Dani Moreno solo pudo repelerlo desde dentro de la línea de gol. Pese a las protestas de los forasteros, el 2-0 subió al marcador. Los ourensanistas colocaron un modo «mínimo esfuerzo» que les valió para forzar otro opción muy clara, cuando el disparo de Pablo Corzo se estrelló en el cuerpo de un defensor, tras los rechaces de un lanzamiento de esquina.
En la otra puerta fue una acción similar la que le brindó la mejor opción al Paiosaco, pero esta vez el chut de un Pablo incorporado al ataque se estrelló en la madera. Se llegó al descanso con un libre directo de Alfredo que se fue alto por poco, pero el intermedio espoleó a un cuadro visitante que se lanzó al ataque.
A pesar de que David había entrado por Arce en el once local y buscó la escuadra con un intencionado golpeo, Otero estuvo a punto de inquietar a la parroquia rojilla. El ariete envió su primer remate al poste y no fue quien de salvar la salida de Pato poco después. Era el momento de los forasteros y no lo aprovecharon.
Ya en los últimos veinte minutos, la calidad de Durán y David González se mezcló en el área y el veterano selló el 3-0 con un fuerte chut. Aunque Eloy replicó con otro pepinazo que se le marchó alto, la sentencia estaba dictada y, en ese escenario, aún llegó el cuarto de Josu, imponiéndose en el juego aéreo. Puerta a cero y tres puntos más.