«Se ha ido dejando y nunca se han preocupado»

Cándida Andaluz Corujo
CÁNDIDA ANDALUZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Los padres que utilizan el parque Miño critican que muchas zonas estén rotas y que haya ratas

30 sep 2018 . Actualizado a las 13:15 h.

Es uno de los parque céntricos de la ciudad y el que más críticas recibe. El Parque Miño es, además, un espacio que comparten varias generaciones de ourensanos. Desde los padres con hijos, a los adolescentes, jóvenes y mayores. Una de sus usuarias es Gemma Cambeses, que acude con sus dos hijos de 4 y 1 años, Xavier y Martín. «Venimos desde que el mayor es pequeño». Es su parque de referencia porque viven en las proximidades. «Antes estaba mucho más limpio y venían más niños. Además estaba la cafetería abierta y puede ser que por eso había mas control, por lo menos estaba más limpia la zona». Los padres que siguen acudiendo a este espacio aseguran que el estado en el que se encuentra no es el fruto del descuido de un año, sino de varios.

«Se ha ido dejando, se ha ido dejando y no se han preocupado más», afirma. Las deficiencias son visibles, sobre todo en el firme del espacio, con zonas totalmente levantadas, sobre todo aquellas en las que es más común que los niños se caigan. Justo al lado de los columpios. «El suelo está fatal, justo en la zona en las que se caen no hay goma. Están todos así y son muy antiguos», afirma. Gemma recuerda, por ejemplo, que el arenero estuvo un año entero vacío. «Vinieron, los llenaron hasta arriba de todo, que no tiene sentido, y ahora están esperando que se quede de nuevo si arena. Protestamos y lo llenaron hasta arriba», añade.

Y uno de los problemas de los últimos meses es la aparición de ratas. «Se ven todos los días, en diferente zonas. Encima de los bancos, en las zonas verdes... Por donde pasan los niños», dice. Incluso ese mismo día retiraron una rata muerta de la zona verde y la tiraron a la basura. «Precisamente lo mejor de este parque es que los niños tienen mucha zona verde. Pero ahora estamos pendientes por culpa de las ratas», señala la madre. El resto de familias que hay en la zona asiente a las palabras de Gemma. «Si aquí pasa algo, la responsabilidad será del Concello. Hemos enviado muchas fotos de la situación pero no se arregla nada. Es más, cuando retiraron uno de los juegos dejaron durante semanas un tornillo grande saliendo. Lo tuvimos que retirar los padres porque se lo podían clavar los niños», explica. Si tuviera que ir a otro, los más cercanos son los de San Lázaro y Concello. «Pero personalmente me gusta este parque, porque tiene mucha arboleda», afirma la madre. A la situación del entorno del parque infantil se suma que este enclave se ha convertido en zona de botellón de los jóvenes y de refugio para personas que han ocupado los locales abandonado.