Ourense, la provincia en la que más baja el precio de la vivienda usada

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Los propietarios piden ahora un 2,3 % menos y el coste está en 1.350 euros por metro

23 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la capital ourensana la venta de vivienda nueva lleva años a la baja. La ausencia de promociones a estrenar ha provocado un vuelco en el mercado que ha llevado al consumidor a decantarse por las propiedades de segunda mano. Pero lejos de lo que está ocurriendo en otras provincias, en las que el precio de este tipo de propiedades lleva meses en ascenso, en Ourense se encuentra a la baja. Así lo indica un informe reciente realizado por el portal inmobiliario Idealista, que recoge la situación al cierre del pasado mes de julio. Según ese estudio, que se fija en lo que ocurre en todas las provincias españolas, Ourense marcó la mayor caída de precios de todo el país, con una reducción del 2,3 % en el coste por metro cuadrado que solicitaban los propietarios por los pisos. Esto ocurre en un contexto en el que los precios, en general, se encuentran al alza. Tanto es así que el informe detalla que «un total de 40 provincias registran precios más altos que hace un mes». El incremento más potente se registró en Toledo, seguido por Las Palmas, Castellón y Valencia. En Galicia, sin embargo, la tendencia es la contraria, ya que también en A Coruña ha habido descensos. En cuanto a las capitales, la tónica general es también de incremento en los precios, aunque Ourense es de nuevo la excepción. La capital de As Burgas volvió a ser la ciudad española en la que más se contrajeron los precios, con un 1,8 % de reducción. Así, el metro cuadrado cuesta ahora 1.350 euros.

Siete de cada diez operaciones de compraventa afectan a pisos de segunda mano

La venta de vivienda es un capítulo en el que la provincia se recupera lentamente de los duros efectos que tuvo la crisis y haciendo frente a las circunstancias específicas que tiene el sector en la provincia de Ourense, derivados de la ausencia de obra nueva en la capital y de la despoblación que sufren las zonas rurales.

Así las cosas, el pasado mes de julio (último del que se han publicado datos oficiales), se comercializaron en total 160 propiedades, un dato que se encuentra lejos de las 650 que se comercializaron en A Coruña, aunque supera al dato de Lugo. Es muy destacable que de todas ellas solo 37 fueran viviendas de nueva construcción, mientras que las 123 restantes se correspondiesen con propiedades de segunda mano. Esto supone que siete de cada diez operaciones afectan a pisos usados. Está también a la baja la comercialización de vivienda protegida, con solo 8 operaciones en último mes contabilizado.

El alquiler, al alza

Y mientras, el mercado del alquiler vive momentos de esplendor. La capital apenas sí tiene en estos momentos excedente para este tipo de propiedades, y los precios han subido en los últimos dos años hasta un 15 %, según aseguran desde algunas inmobiliarias. Arrendar se ha puesto de moda.

«Si surge una oferta a la baja, se aprovecha»

«Llevamos ya varios años en los que los precios de la vivienda no se han movido y si lo hacen es para bajar un poco más », confirma José Bailón, inmobiliario ourensano, que asegura que en la capital de As Burgas hay una parte importante del excedente de pisos viejos que resulta difícil de vender, por lo que «si surge una oferta a la baja para su comercialización el propietario no suele dudar en aprovechar la ocasión».

Recuerda Bailón que en la capital ourensana confluyen dos factores que están provocando cambios en el sector de la vivienda. Por un lado está la escasez de propiedades nuevas, una circunstancia que está llevando a que un porcentaje muy alto de las operaciones de compraventa de inmuebles tenga como protagonistas a los pisos de segunda mano. Además, desde la crisis del ladrillo los bancos han endurecido las condiciones para conceder una hipoteca, lo que en estos momentos limita la capacidad de parejas jóvenes para acceder a la compra de una casa. Así lo asegura, al menos, José Bailón. «El perfil del comprador ha variado. Ahora los bancos exigen tener dinero ahorrado para conceder hipotecas y muchas parejas jóvenes no cumplen los requisitos necesarios, porque no tienen la cantidad que les piden. Esos clientes se van al mercado del alquiler, mientras que los que adquieren propiedades inmobiliarias son ahorradores que buscan obtener rentabilidad por su dinero», explica.

Y ese tipo de comprador se está encontrando de un tiempo a esta parte con precios a la baja. «Se están vendiendo edificios enteros que tienen más de sesenta años por doscientos mil euros, con cuatro alturas y bajo», explica el experto, que añade que una parte importante de esas operaciones se realizan sin recurrir a los bancos, y que además quienes los adquieren cuentan ya con el dinero suficiente para hacer frente a la reforma del inmueble, que por lo general dedican posteriormente al alquiler.

Explica que, desde «los tiempos de bonanza», los precios de la vivienda usada se han reducido casi a la mitad y que en Ourense existe una bolsa de propiedades difíciles de vender. «Zonas como A Carballeira, A Cuña o incluso el casco antiguo tienen inmuebles viejos, en los que hay pisos altos sin ascensor que nadie quiere comprar», advierte.