La provincia ha perdido casi 700 negocios en los últimos cinco años

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Entre enero y agosto han bajado la persiana tres empresas cada semana en Ourense

21 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mantener la actividad de un negocio no siempre es fácil. Tener una buena idea no es en todos los casos garantía de éxito y el momento económico que se vive en la provincia no parece ser todavía el más propicio para que las empresas puedan respirar tranquilas. Ello a pesar de que las cosas han mejorado mucho tras los años de la crisis. Entonces, cuando la recesión arreciaba, la provincia llegó a registrar doscientos cierres de negocios en un solo año, un dato que supuso la pérdida de trabajo de centenares de personas.

Eso ocurría en el 2013. Tras aquel punto de inflexión las cosas fueron mejorando y al año siguiente las disoluciones se redujeron hasta las 135. El siguiente ejercicio, 2015, volvió a cerrarse en negativo, con 146 empresas que bajaron la persiana de forma definitiva. Ya en 2016 los cierres bajaron hasta los 109, registrando un ligero repunte el año pasado, con 117 disoluciones. Así las cosas, en solo cinco años se han perdido cerca de 700 negocios, a los que se suman los 94 que, hasta agosto, han tenido que cesar en su actividad este año. Pequeños comercios de textil o calzado, firmas de construcción de pequeño tamaño o negocios de estética, alimentación u otros servicios, se han visto afectados por el bajón en el consumo que todavía afecta a la provincia y del que parece difícil salir. Son muchos los bajos comerciales que van quedando vacíos sin que nadie se interese por ellos.

Cierra Marga Díaz, un clásico del calzado en la capital que dice adiós tras 25 años

Y entre los negocios que este año se sumarán al montante total de cierres a contabilizar a finales de año se encuentra un clásico del calzado de la capital ourensana. Marga Díaz, en la calle Concordia, liquida estos días los restos de su tienda porque a final de mes su propietaria, la mujer que da nombre al negocio, bajará la persiana por última vez. Y no lo hará porque el negocio vaya mal o tenga que soportar caros alquileres, como les pasa a muchos emprendedores, sino porque su propietaria se jubila. «Es un momento complicado para los comerciantes», reconoce Marga, que ha regentado este negocio, que llegó a tener dos tiendas en la misma calle, durante veinticinco años. «Los pequeños empresarios somos una parte fundamental de la economía de esta provincia, con tantos funcionarios, pero no nos están ayudando nada; nos asfixian con impuestos, que tenemos que pagar vendamos o no, y nadie nos echa una mano, ni el Concello, ni la Xunta, ni nadie», lamenta la comerciante, que considera preocupante la situación en la que vive ahora mismo su sector.

No obstante, reconoce que ha vivido momentos felices con su zapatería, algo lógico en una persona que se ha dedicado 45 años al comercio. «Yo nací entre zapatos y desde muy joven empecé en este negocio. Tuve cuatro negocios y todos fueron de lo mismo», explica.

Para ella cerrar la tienda supone un momento triste, son muchos años acudiendo cada día, pero asegura que las preocupaciones cuando se tiene un comercio son muchas, y ahora tiene ganas de disfrutar de su jubilación. «En este negocio siempre me ha ido bien, pero la verdad es que he tenido que trabajar muy duro», advierte. Una vez liquidada la mercancía y tras cumplirse la fecha del cierre, programada para el 29 de septiembre, desaparecerá la marca Marga Díaz. Pero al local la nueva actividad podría llegarle muy pronto.

Hasta agosto se han creado 268 nuevas sociedades, un 15 % menos que hace un año

Y mientras la disolución de empresas no cesa, este año han cerrado tres cada semana, la puesta en marcha de nuevos negocios evoluciona en negativo. De acuerdo con los datos del Boletín Oficial de Registro Mercantil, entre los meses de enero y agosto han iniciado actividad en Ourense 268 nuevas sociedades mercantiles, una cifra que supone un 15 % menos que las que se pusieron en marcha en el mismo período, cuando habían visto la luz 310. Y a pesar de que este indicador se utiliza muchas veces por las instituciones para medir la mejora de la situación económica, lo cierto es que el hecho de que vean la luz menos nuevas empresas no tiene necesariamente que ser un mal dato, ya que lo relevante es que esas que nacen pervivan en el tiempo -el 80 % desaparecen durante los primeros años de vida- y sean capaces de generar riqueza a corto y medio plazo.

En cuanto a la fórmula que utilizan los emprendedores para convertir en realidad su proyecto de negocio, la totalidad se han decidido este año por la que implica menor riesgo. Se trata de la sociedad limitada, en la que el capital inicial es de 3.000 euros, cantidad a la que se limita la responsabilidad del empresario.

Treinta mil euros

Pero para crear una sociedad hacen falta más de tres mil euros, y prueba de ello es lo que han invertido los empresarios ourensanos este año en sus negocios. La media es algo más baja que en los últimos años y se sitúa por debajo de los 30.000 euros por cada emprendedor, según datos del IGE.