Más del 90 % de los que acuden al ropero de la entidad son familias con hijos
30 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La vuelta al cole está cada vez más cerca y en estos días muchas familias revisan el ropero de los más pequeños para comprobar qué pueden aprovechar y qué se ha quedado pequeño o no se adapta a las necesidades del nuevo curso. En el ropero de Cáritas saben que se desechará no solo ropa de calle, sino también mandilones, chándales o zapatillas deportivas, por ejemplo; y han puesto en marcha una campaña para recordar a todos los ourensanos que aquello que ya no sirve a sus hijos puede ayudar a otras familias con menos recursos y para las que equipar a los escolares es una misión imposible de afrontar.
«La inmensa mayoría, más del 90 %, de nuestros usuarios, son familias que tienen niños; eso implica una necesidad constante porque los niños crecen y la ropa no les vale de temporada a temporada, así que necesidad siempre tenemos, pero ahora especialmente», relata Marta Miranda Nistal, la educadora social de Cáritas que dirige la actividad del ropero.
La instalación, ubicada en el bloque 8 de la plaza Mil de la capital ourensana ha sido completamente remodelada y decorada y luce ahora un aspecto similar al de una tienda. «Queríamos lograr un aspecto mucho más inclusivo, más normalizado. Aquí antes no venían los niños porque realmente era un lugar poco agradable para ellos, pero ahora sí y les hace muchísima ilusión elegir, de entre lo que tenemos, lo que les gusta, como a cualquier pequeño que va a una tienda convencional», apunta Estela Sánchez Rodríguez, la trabajadora social de la entidad.
Marta y Estela hacen un llamamiento para que toda esa ropa, calzado y complementos relacionados con el atrezo escolar que todavía tienen un buen estado de conservación y va a desecharse, llegue a los hogares con más necesidad. «Hay un alto porcentaje de niños que estrenan mochila por curso y posiblemente la del año anterior está casi nueva y a nosotros nos vienen muy bien porque tenemos muy poquitas», apuntan. Además de la ropa y los complementos escolares, el ropero tiene también ahora un déficit importante en complementos para bebés. «Necesitamos de todo: tronas, bañeras, sillas, pero sobre todo carritos, porque tenemos lista de espera», matiza Marta Miranda.
Campaña de invierno
En 2017 del ropero de Cáritas tuvo 747 usuarios distintos, pero quienes acuden a esta instalación no solo necesitan ropa o calzado. Mantas, toallas, sábanas, edredones y otros enseres domésticos forman parte del material que recoge este servicio. Precisamente estos días están preparándose ya para la campaña invernal. «En cuanto empiece a hacer frío esto se desborda. Necesitaremos mantas y edredones; es algo de lo que siempre tenemos muchísima demanda», señalan.
Este año, además, prevén que la necesidad de ese tipo de lencería y menaje de hogar se incrementará. «Están llegando muchísimos venezolanos; en los últimos meses casi la mitad de los que se acercan a diario son personas que viene de ese país; y vienen con lo puesto para que les dejen salir. Se instalan en pisos vacíos y necesitan de todo, desde sabanas a vajillas, una plancha...».
Las donaciones pueden acercarse a la sede del ropero en la plaza Mil de 8.00 a 15.00 horas durante esta semana, pero a partir de septiembre la recepción es de 8.30 a 14.00 horas y de 16 a 20 horas por la tarde, salvo los viernes. También abren los sábados de 9.30 a 13.30 horas. Para aquellos que no puedan acercarse directamente a la instalación, el ropero tiene un punto de recogida en el comedor social y otro en el colegio de Franciscanas. «Los contenedores de la calle no son nuestros», aclaran.
Cruz Roja y Carrefour se unen para recoger material escolar durante dos días
El del ropero de Cáritas no es el único que hace un llamamiento a la solidaridad de los ourensanos para que el arranque del nuevo curso sea más llevadero para los pequeños de familias en situación de vulnerabilidad. Como cada año Cruz Roja se une a la Fundación Carrefour para recoger material escolar en la campaña «Vuelta al cole solidaria», que cumple ya diez ediciones y que se realiza simultáneamente en 48 provincias españolas. La Fundación Carrefour entrega una donación directa que este año asciende a 121.000 euros, con la que se estima se podrá dar cobertura de material básico a seis mil escolares.
Este viernes y sábado, voluntarios de Cruz Roja en Ourense se ubicarán en las instalaciones del hipermercado ourensano para recoger cualquier aportación que deseen realizar los clientes del establecimiento. Lo que más se requiere son aquellos más consumibles: cuadernos, bolígrafos, lápices, rotuladores, pinturas, gomas de borrar... Todo lo que se consiga se destinará entre las familias ourensanas en riesgo de exclusión social con hijos en edad escolar con las que trabaja la entidad asistencial en toda la provincia. La entidad programa, gracias a esta campaña solidaria, varias entregas para cubrir las necesidades de los escolares a lo largo del curso.
Además de la aportación de los vecinos, la Cruz Roja de Ourense recibirá una donación directa de la Fundación Carrefour. El pasado año la ayuda combinada del público y la fundación logró recoger material por valor de 653.611 euros que llegó a 21.000 escolares de toda España.