Cristina Pato abrió el programa de la Fiestas de Ourense reivindicando el papel de los mayores en la sociedad
24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Hai agora quince anos que dei o pregón destas festas por primeira vez. Moitas cousas cambiaron dende entón. Naquel momento estaba a piques de marchar a Nova York para facer o meu doutoramento, acababa de casar, e lembro que levaba posto unha parte do meu vestido de voda de seda verde», así comenzó ayer el pregón de las fiestas de Ourense que contó este año con una traductora de signos para que todos los presentes pudieran disfrutar de las palabras de la Cristina Pato. Repitió, pero en esta ocasión con una mirada nostálgica y reivindicativa de lo local, de lo propio, de la identidad. «Ourense é unha cidade e unha provincia de récords. Temos a poboación máis avellentada do país, e aínda que a longo prazo o noso declive demográfico nos pase factura, a verdade é que contar con maior número de maiores do país para mín significa contar co maior número de sabios», defendió. Y animó a todos los ourensanos a sumarse a las fiestas y vivirlas dejando a un lado los problemas diarios: «Así que así, xuntiños, celebremos as festas e o noso patrimonio e aos nosos maiores e á nosa mocidade, e tentemos entre todos facer da nosa realidade a nosa industria, o noso motor social e cultural, porque se a sabedoría se mide por anos, de xeito colectivo podemos dicir que ninguén nos pode gañar...».
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, fue el encargado de recibir a los ourensanos y de presentar a la pregonera: «O mes de xuño volve convocarnos aquí, na praza Maior, para compartir nove días de felicidade, de amizade, de música e de bailes... As Festas de Ourense son patrimonio de todos e todas nós. Conforman a nosa identidade como veciños e chámannos ás rúas da cidade para enxalzar o noso orgullo de sermos veciños, de sermos de Ourense», dijo. Y, tras los discursos inaugurales de las fiestas, llegó uno de los conciertos más esperados, el del ferrolano Andrés Suárez, que se encargo de enamorar a los ourensanos hasta llegada la madrugada. Mientras todo esto ocurrió en la praza Maior de la capital, en otros rincones de la ciudad ya se vivían las fiestas. Uno de esos lugares fue la praza do Bispo Cesáreo. Hubo que esperar a que el calor cesase, aunque no lo hizo demasiado, para poder disfrutar del Street Food, que este año regresó a las fiestas. Una docena de propuestas gastronómicas que se podrán disfrutar hasta el día 1 de julio y que van desde menús vegetarianos o sin gluten a propuestas mexicanas o dulces tradicionales. Se completa este espacio con un lugar pesado para los niños y actuaciones musicales. Además, los amantes de los buenos vinos, podrán elegir entre las mejores marcas.
El calor no amilanó a los ourensanos aunque sí retraso la salida a la calle para disfrutar del primer días de las fiestas. Hoy prosiguen las actividades con el plato fuerte, a partir de las 22.30 horas, del concierto de Antonio José en la praza Maior.