Un acusado de violación lleva en la cárcel desde su detención en febrero del 2017

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El imputado se enfrenta a peticiones de cárcel que suman diez años de prisión y 20.000 euros de indemnización

15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A puerta cerrada se celebró ayer la vista de un caso de agresión sexual que sentó en el banquillo a un ourensano que permanece en prisión desde febrero del 2017, precisamente a raíz de los hechos. La denunciante mantuvo la versión inculpatoria, mientras que el acusado la negó, matizando que el acercamiento de los dos protagonistas fue consentido y que no llegó a producirse la relación sexual completa que le atribuyen. La vista continuará hoy con las declaraciones de los peritos y análisis de los informes, parte de ellos realizados en Madrid por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, para finalizar con los informes de la fiscalía, la acusación particular y la defensa.

Entre los nueve testigos de hoy figuraba la víctima, cuatro policías que llegaron al lugar y comprobaron las discrepancias que en el mismo momento surgieron entre los dos implicados, junto con tres personas, propuestas por la defensa, que habían estado con el acusado y la mujer en un bar de A Carballeira.

De madrugada

El incidente se sitúa sobre las cuatro y media de la madrugada del 2 de febrero del 2017. La fiscalía mantiene que el acusado, A. F. P., quiso acompañar a casa a una mujer pese a su negativa. Durante el trayecto, se «propasó» en varias ocasiones y «animado por la intención de atentar contra la libertad sexual» de la mujer, se abalanzó sobre ella y la manoseó en distintas partes del cuerpo. Le sujetó el cuello y le metió los dedos en la boca, con la intención de que no gritara, según la interpretación del ministerio público. Al mismo tiempo, de acuerdo con su relato, la tiró al suelo y la penetró vaginalmente, mientras le decía, de acuerdo con la detallada narración de la fiscalía, que «si no eres para mí, no eres para nadie».

Resistencia

La fiscalía enfatiza que la víctima mantuvo oposición y resistencia física, al tiempo que gritaba pidiendo auxilio. De los gritos se percató un conductor que circulaba por la zona y alertó a la policía.

La petición de condena es de nueve años por la agresión sexual y un año por lesiones, con 20.000 euros de indemnización para la víctima.