Como senador está demostrando ser singular, pero también lo era antes de asumir esa responsabilidad. Luis García Mañá (Ourense, 1950) fue un alto cargo policial, pero esa actividad no le impidió desarrollar también una fecunda carrera literaria. Esa pasión por las letras la ha trasladado a su actividad parlamentaria y sus preguntas al Gobierno no son como las del resto de sus compañeros. Él aporta algo diferente.
Cuando García Mañá se interesa por la rehabilitación del Museo Arqueolóxico Provincial, su manera de detallar su actual estado de abandono es inusual. «El edificio en cuestión, está colonizado (techos, balconada, etcétera) por diversas clases de flora entre sus elementos, sin duda una ornamentación no deseada», reflexiona con cierta retranca el senador ourensano. Incluso en asuntos relacionados con la seguridad -en los que ha demostrado un especial interés- encuentra el modo de narrar literariamente la problemática que quiere exponer. Especialmente llamativa es una pregunta sobre la situación en el medio rural ourensano. «Vivir en el rural, o como decimos los gallegos, ‘‘vivir na aldea’’, es imposible, por lo menos en el territorio provincial que represento», arranca el texto de García Mañá, que continúa diciendo que «el campo ya no tiene quien lo labre y la floresta gana la batalla invadiendo a lo bravo y salvajemente lo que hace años era tierra mimada y deseada».
Ahora probablemente será más difícil leer esas pequeñas obras del senador ourensano porque los representantes del partido que gobierna no se prodigan tanto en sus preguntas como los de la oposición. Además, Luis García Mañá aparece en las quinielas de posibles subdelegados del Gobierno en la provincia.