Las Xuventudes Socialistas presentaban una candidatura a la presidencia de la entidad aludiendo a que el «tufillo nacionalista» alejaba a la juventud del centro
27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Periódicamente la Casa da Xuventude entra en batalla política y sobre ella recaen acusaciones de manipulación partidista. En los últimos tiempos esas acusaciones apuntan al PP, y el pasado mes de abril las quejas sobre su funcionamiento salían de las filas de los jóvenes socialistas. Precisamente igual que hace 30 años, solo que entonces, el 27 de mayo de 1988, las críticas eran contra el BNG. Las hacía Santiago Rodríguez, candidato de Xuventudes Socialistas a las elecciones para renovar la presidencia de este espacio juvenil que pretendía desbancar al entonces titular de ese cargo Catuxo Álvarez, que optaba a la renovación. «La casa es desconocida por la mayoría de los jóvenes de Orense por eso que llamo, no sé si acertadamente o no, el tufillo nacionalista. Hay jóvenes que no se aproximan a la casa por eso. La identifican con el club O Guieiro y con el Bloque. La casa tiene que abrirse al colectivo general de los jóvenes y acabar con esa imagen que da», decía Santiago Rodríguez.