Renacimiento del fútbol ourensano

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Barco y Ourense CF cumplieron con creces, mientras el Arenteiro dejó por debajo a seis adversarios

15 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El curso de los cuatro equipos ourensanos en la Tercera División planteaba una exigencia que ponía a prueba la recuperación del fútbol de la provincia, que se regenera poco a poco tras la desaparición del Club Deportivo Ourense. De hecho, fue complicado para todos ellos sostenerse con los jugadores locales, por lo que han sido mayoría los llegados desde fuera, incluso en algunos casos, sin vinculación con el fútbol gallego hasta a la fecha.

Sí han sido ourensanos inquilinos de los cuatro banquillos, duplicando en el caso del Barbadás la apuesta que comenzó con Moisés Pereiro y terminó con Juanjo Vilachá. La valoración de los técnicos positiva, cuando hacen revista al curso recién concluido.

Es el caso de un Javi Rey que no puede olvidar como el Barco ha sido uno de los protagonistas del torneo: «Al equipo le tengo que dar un notable, porque el sobresaliente hubiera sido el de jugar la promoción, que al final no lo hicimos por problemas ajenos a nosotros, la mayoría en forma de lesiones. Pero el equipo ha hecho una gran labor, codeándose durante la mayor parte de la Liga con los mejores». El joven entrenador tiene claro que deben estar muy satisfechos en Valdeorras por la actuación de un club que está funcionando a la perfección: «Podemos tener la conciencia muy tranquila, todos. Desde la directiva a los jugadores y cuerpo técnico, porque hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para que el Barco estuviera en lo más alto».

El séptimo puesto final, con 63 puntos, superó en cinco a un Ourense CF que fue asentándose con paso firme a lo largo del torneo. Otro joven ostentó la batuta del cuadro albinegro, un clásico de la categoría que volvió después de trece años. Fran Justo cree que la evolución ha sido merecedora de una alta nota: «Contábamos con la plantilla más joven y el crecimiento a lo largo de la temporada ha sido muy claro». El equipo de O Couto fue el que más jugadores sub 23 movió con asiduidad en su once titular: «Se han entregado durante toda la temporada y ese es un valor añadido que tiene este equipo con vistas al futuro».

Más encorsetado en cuanto a presupuesto estaba otro recién ascendido como el Arenteiro, el que más apostó por los jugadores ourensanos, también con una dosis importante de juventud en sus filas. Manel Vázquez es otro convencido del empeño meritorio de sus jugadores: «El equipo trabajó muy bien, merece un notable alto que será sobresaliente en cuanto ratifiquemos la permanencia». El responsable de la escuadra verde destacó además el empuje de futbolistas que en su mayoría no habían competido en un torneo tan exigente.

En Barbadás, el proyecto encomendado a Moisés Pereiro no funcionó y la apuesta por el fútbol de toque fue replanteada quizás demasiado tarde. Juanjo Vilachá logró que el equipo repuntara, pero no bastó para salvar la categoría. Todo apunta a que repetirá en Preferente con miras ambiciosas, pero antes certifica: «Me quedo con el compañerismo y solidaridad de este grupo, incluso al pasar por un descenso, que no es una situación fácil».