Un apasionado de la tecnología

m. santaló VILANOVA / LA VOZ

OURENSE

Martina Miser

El ourensano, que trabaja en O Salnés, enseña como aprovechar baterías antiguas

23 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La charla que el ourensano Manuel G. Fraga dio ayer en el Centro de Desenvolvemento Local de Vilanova de Arousa es un paso muy esperado para la asociación de la que es uno de los fundadores: SalnésCampus. «Ya desde los comienzos pensamos en realizar actividades para adultos», explica. Tres años después, esta afirmación es una realidad. El reciclaje de productos tecnológicos es la primera serie de un proyecto que esperan que se consolide con el transcurso del tiempo. SalnésCampus nació con la pretensión de acercar las tecnologías a todas aquellas personas que quieran sumergirse en ellas, y su último proyecto encaja a la perfección en esta premisa: a la serie de charlas sobre reciclaje esperan sumarle pronto nuevas temáticas.

La primera conferencia sobre reciclaje giró sobre las baterías antiguas. Cómo darle una nueva vida. Tal y como indicó Manuel, que es ingeniero informático, «buena parte de las baterías extraíbles que dejan de cargar tienen alguna de sus celdas estropeadas». Explicó como recuperarlas y adelantó la temática de las siguientes reuniones que realizarán: reaprovechamiento de pantallas y recuperación de componentes electrónicos de viejos aparatos. Además de la difusión de las tecnologías, tienen otro objetivo: fomentar su uso sostenible. «Dar una segunda vida a los aparatos frena el consumo y trae consecuencias positivas sobre el medio ambiente y el cambio climático».

Hay una aplicación que les resultó de gran utilidad a la hora de poner en marcha esta nueva iniciativa: Meetup pone en contacto a personas que comparten las mismas aficiones y que viven cerca. SalnésCampus ya aparece como uno de esos grupos, permitiendo la interacción de cualquier persona que comparta la misma afición que sus creadores. Una forma de llegar a más gente.

Campamentos tecnológicos

A quienes seguro que les sonará el nombre de SalnésCampus es a los participantes de los campamentos tecnológicos que llevan dos ediciones realizándose en la comarca. Fue la primera actividad en la que se centraron y este verano esperan dar un salto de gigante. Tanto en programación como en número de asistentes: además de aprender a manejar drones y robots y de escanearse en 3D para hacer réplicas de si mismos, los asistentes a los campamentos podrán crear robots insectos, robots teledirigidos y adentrarse en la realidad virtual.

Estas novedades van de la mano de la ampliación del número de plazas. Esperan llegara cuatrocientas. El doble de las del 2017. «Vamos a tener más monitores», señala Manuel. Explica también que están buscando patrocinadores para no trasladar todo el coste de los materiales que utilizan a las familias: «Queremos bajar el precio para que ningún niño se quede sin asistir». A la espera de confirmar como evolucionan las conversaciones, si indica que los campamentos tendrán la misma estructura que años anteriores: serán por tandas de una semana.

Toda la evolución de la asociación ha ido directamente ligada a Vilanova. Manuel recuerda que cuando echaron a andar, el alcalde, Gonzalo Durán, contactó con ellos. «Fue el gran empujón. Nos facilitó muchas cosas a la hora de conseguir el local y material», asegura. Comparten la pasión por las tecnologías y por facilitar su uso a todos los que así lo deseen: las charlas para adultos son un paso muy esperado. Esperan que sirva también para hacer piña: «Nos gustaría quedar de forma regular e ir abordando distintos proyectos».

Ourensano pero residente en Sanxenxo

SalnésCampus es una parte importante del día a día de Manuel, pero no la única. Este ourensano, residente en Sanxenxo, es socio de Taniwa Soluciones, una desarrolladora de softwares, que tiene su base en Madrid. Aunque ofrecen sus servicios, la empresa tiene proyectos propios: crearon una aplicación para teléfonos móviles, Mememtum, que facilita el seguimiento de las personas que padecen enfermedades neurológicas. «Es una especie de Whatsapp pero, al otro lado de la conversación, en lugar de una persona hay una máquina que hace preguntas y lanza pruebas que permiten al médico conocer la evolución de los pacientes», explica Manuel.