¿Harán huelga las ourensanas que mandan en la política ourensana?

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE

Álvaro Vaquero

Las dirigentes del PP, las únicas que irán a trabajar el jueves. Dicen que así también reivindican sus derechos

06 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Ourense es un hombre, el presidente de la Diputación también. Lo son, de igual modo, los cuatro portavoces de los grupos políticos en el Concello y en la institución provincial. Las dificultades de las mujeres para acceder a las más altas responsabilidades directivas, el conocido como techo de cristal, es una de las motivaciones que sustentan la convocatoria de la huelga del 8M. ¿Qué harán las políticas ourensanas ese día? La Voz de Galicia se lo preguntó ayer.

En la ciudad ourensana los máximos representantes de todas las Administraciones son hombres salvo Marisol Díaz Mouteira, delegada territorial de la Xunta en Ourense. Ella no hará huelga. Aunque dice respetar a las que sí faltarán a su trabajo y comparte sus reivindicaciones en materia de igualdad, su decisión ha sido hacer vida normal el próximo jueves. «A miña mellor aportación ese día é seguir traballando», dice Mouteira, que explica que desde su cargo puede aportar «avances» para las mujeres. Sobre el hecho de que la Diputación ourensana aprobase, con el apoyo del PP, una declaración de respaldo a la huelga, la delegada de la Xunta no cree que sea una contradicción con su posición al respecto: «Dentro dun mesmo partido pode haber distintos xeitos de apoiar».

De hecho, Montse Lama, que se ocupa de los asuntos de igualdad en la Diputación de Ourense, tampoco hará huelga. Ella, según dice, no puede faltar a su trabajo porque es, precisamente, la encargada de organizar el acto con el que la institución provincial conmemorará el 8M. Lama dice estar «a favor de que as mulleres decidan se queren reivindicar ese día traballando ou facer folga». En similares términos se expresó la secretaria xeral para o Deporte de la Xunta, la ourensana Marta Míguez. «Non vou ir pero respecto o dereito de todas as mulleres de buscar a igualdade do xeito que sexa. Para min, outra forma de loitar polo empoderamento da muller é traballando», dijo.

Ninguna de las mujeres políticas del PP consultadas ayer por La Voz va a apoyar la huelga. Ana Belén Vázquez, diputada, dice que cumplirá con sus obligaciones en el Congreso y que después tratará de llegar a tiempo para asistir a un acto organizado en Ourense por su partido precisamente con motivo del 8M. «Eu penso que a igualdade deféndese todos os días», señala Vázquez, que explica que, en todo caso, no tendría sentido para ella hacer huelga porque a los diputados, aunque quieran, no se les descuenta el sueldo correspondiente a la jornada de paro. «Nós non somos traballadoras», recuerda. En definitiva, la más crítica con esa convocatoria fue la concejala Sofía Godoy. En el último pleno del Concello de Ourense, la responsable municipal de Igualdade fue muy clara: «Vemos muchas cuestiones ideológicas y de calado en esta huelga. [...] Es una llamada de algunos grupos al enfrentamiento y a provocar el odio entre hombres y mujeres».

Más a la izquierda, el posicionamiento de las políticas consultadas por La Voz es unánime. Todas apoyarán la convocatoria. «Ese día ni siquiera haré nada en casa», explica Rocío de Frutos, diputada socialista en el Congreso. Ella secundará la huelga en todos sus aspectos: de cuidados, de consumo y laboral. Sin embargo, es este último, por su formación, su profesión y sus responsabilidades parlamentarias, el que más le interesa. La situación para las mujeres es «insostenible» en lo que se refiere a las diferencias salariales con los hombres. «La mujer está menos reconocida y menos pagada», sentencia.

Noa Presas, del BNG, también hará huelga. Registró un escrito, al igual que el resto de diputadas autonómicas de su partido, para pedir que le descuenten el día. El 8M asistirá a las manifestaciones convocadas. «Incluso xa lles estamos dicindo aos compañeiros que ese día non estamos para consultas sobre o Parlamento», añade la nacionalista.

Hacer huelga siendo diputada no es lo mismo que trabajando en la empresa privada. Es el caso de la diputada provincial socialista Susana Rodríguez, que no irá a su trabajo el jueves. Ella habla de un «teito de cristal que máis ben parece de formigón» y cree necesaria la movilización porque, «aínda que avanzamos moito, vendo algunhas declaracións destes últimos días, queda claro que queda moito por facer».

Ledicia Piñeiro, concejala de Ourense en Común, compatibiliza su sueldo por dedicación parcial en el Concello con un trabajo como educadora en una fundación y faltará a ambas ocupaciones el jueves. Al Ayuntamiento ourensano le ha pedido que le descuenten el día y en su empleo la huelga le coincidía de vacaciones, pero ha pedido que esa jornada se la cambien para no cobrarla. Ella habla de todos los problemas que afectan a la mujer, desde los relacionados con el ámbito laboral hasta los que tienen que ver con la violencia, y concluye que «é un problema transversal polo que todas estamos interpeladas».