Paga 800 euros por una moto de gran cilindrada anunciada en Internet y pierde el dinero

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El «vendedor» se enfrenta a una acusación de estafa y petición de condena de un año de prisión

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año de prisión por una estafa de 803,42 euros es la pena con la que quiere la fiscalía que se castigue a Rubén O. P. por haber engañado a otra persona, a quien ofreció una moto que no solo no envió sino que siquiera la tenía. El comprador se fio de la oferta que encontró en la web milanuncios.com, donde aparecía un modelo Suzuki de gran cilindrada al módico precio de 1.500 euros, que es una cifra sensiblemente inferior al valor de mercado de la motocicleta, que puede multiplicar por diez esa cantidad. Hizo la primera entrega, por medio de una transferencia bancaria, pero de la moto nunca volvió a tener noticia. Le queda confirmar en juicio lo ocurrido.

Las comunicaciones telefónicas con la persona que vendía la moto fueron fáciles antes de la venta. Rubén ya tiene antecedentes, según refleja el escrito de acusación de la fiscalía. Se pusieron de acuerdo con el precio. Tan pronto como el comprador envió el dinero, se cortó la comunicación. Al ver que no llegaba la moto, insistió en pedir explicaciones, pero no logró hablar con el vendedor. El número de contacto seguía en la página de Internet, pero no había respuesta.

El vendedor, titular de la cuenta corriente a la que fue enviado el dinero, se enfrenta a una petición fiscal de un año de prisión y la devolución del dinero.

Acepta dos años de prisión y multa por colarse en el Facebook de su ex

No consta cómo logró las claves, pero sí que David N. F. accedió desde su ordenador a la cuenta de Facebook y al correo electrónico de su ex novia. Los hizo en distintas ocasiones, según está acreditado, entre noviembre y diciembre del 2016. Cambió claves y entorpeció, de ese modo, el control de la titular sobre sus propias cuentas. Acudió a la policía el 3 de noviembre del 2016, aunque hasta el 25 de diciembre pudo seguir actuando David. Hasta entonces no se puso fin al abuso. Juzgado por descubrimiento y revelación de secretos aceptó dos años de prisión y 1.440 euros de multa.