El portavoz del PP en la Diputación aclara que él cree que «non fai falta molestar cun día de folga»
OURENSE
La Diputación aprobó ayer una declaración institucional que anima a los ourensanos a «apoiar a folga de mulleres prevista para o 8 de marzo». El acuerdo había sido unánime en la junta de portavoces y también lo fue en la sesión plenaria porque se trataba de un texto consensuado por todos los grupos, pero el nacionalista Ramiro Rodríguez no desaprovechó la oportunidad de reprochar al PP las declaraciones de algunos de sus cargos públicos. De hecho, la apuesta de los populares ourensanos choca con el argumentario que el partido ha trasladado a sus dirigentes. En él, el partido se opone a la huelga por considerarla «elitista» e «insolidaria».
Rodríguez dijo sospechar que el apoyo del PP de Ourense a la huelga era solo de «cara á galería» y señaló que en este tipo de asuntos «non valen as medias tintas». Al verse aludido por el portavoz del BNG, el del gobierno popular, Plácido Álvarez, intervino para explicar que él lo que apoya es los «paros testimoniais». Según dijo, «para avanzar na igualdade entre homes e mulleres non fai falta molestar aos nosos concidadáns cun día de folga».
Sea como sea, la declaración institucional de la Diputación fue aprobada por unanimidad y en ella se invita a todos los trabajadores, sin distinción de sexo, a participar en las movilizaciones convocadas para el día 8 de marzo con el objetivo de «reivindicar a igualdade de oportunidades nas condicións de traballo, na esfera social e no dereito a vivir sen violencias».
En Marea señala que la movilización es especialmente necesaria en Ourense
La movilización prevista para el 8 de marzo cuenta con el apoyo sin matices de las mareas. Ayer la concejala de Ourense en Común, Ledicia Piñeiro, y la diputada autonómica de En Marea por la provincia, Ánxeles Cuña, comparecieron en rueda de prensa para invitar a las mujeres a participar en la huelga. La última de las citadas explicó que hay motivos de sobra para manifestarse, pero especialmente en Ourense, «onde as mulleres teñen as pensións máis baixas do Estado e un emprego moi precarizado». Piñeiro expuso, por su parte, las razones por los que movilizarse: «As mulleres diremos: a ver como movedes o mundo sen a nosa forza de traballo, sen os nosos coidados, sen as nosas ferramentas, sen as nosas mans, sen os nosos brazos, sen as nosas cabezas»