La ciudad de los árboles secos y «estresados»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLar

Las enfermedades y un mantenimiento deficiente fuerzan la renovación del arbolado urbano

22 ene 2018 . Actualizado a las 07:51 h.

El parque de Santa Teresita es uno de los últimos que se ha incorporado al conjunto de las zonas verdes de la capital ourensana. Sin embargo, cinco de los árboles plantados inicialmente allí ya murieron. Un informe elaborado por la nueva adjudicataria del servicio de mantenimiento de parques y jardines, Valoriza, incluye esos ejemplares (cuatro arces reales y un tilo común) entre los 52 que están en mal estado en la ciudad. De los de Santa Teresita se destaca su necrosis por «posible estrés», aunque el informe elaborado por la citada empresa habla sobre todo de arbolado seco, fracturas o copas necrosadas y «marras», es decir, que los ejemplares no llegaron a enraizar nunca donde fueron plantados. Las enfermedades y un mantenimiento deficiente (especialmente por el severidad de las podas) son las principales causas.

Valoriza realizó un análisis detallado de todos los árboles de la capital ourensana porque esa era una de las exigencias de su contrato tras hacerse cargo del servicio en los parques y jardines de la ciudad. Además, ese trabajo se convirtió en una exigencia de la oposición municipal tras la sucesión de episodios relacionados con la caída espontánea de árboles debido a su mal estado. Hubo sucesos de ese tipo, sin causar daños personales, en Bispo Cesáreo, el parque Angelita Paradela y la plaza de San Marcial.

Lo ocurrido en el último de los espacios citados es todo un símbolo de la situación ya que el mal estado de los árboles existentes allí (plátanos) obligó primero a acordonar la zona para evitar peligros y, después, a podar o talar casi todos los ejemplares. A medio plazo, los planes del Concello pasan por plantar en su lugar arces plateados, pero mientras eso no ocurre el aspecto de la plaza ha cambiado radicalmente. Esteban Fernández está jubilado y San Marcial es una parada habitual en sus paseos por el casco viejo ourensano. «Ahora la plaza parece que está vacía», dice sobre su nuevo aspecto. Admite, no obstante, que dada la peligrosidad, «algo había que hacer» y aprovecha para urgir la reposición del arbolado en este espacio.

Este caso es uno de los más llamativos, pero los ejemplares en mal estado (que ya están siendo podados o talados) se reparten por toda la ciudad. Por ejemplo, en el parque Beiramiño hay cinco, en el Barbaña cuatro y en Vistafermosa, otros cuatro.