Aumenta la cifra de extranjeros afiliados a la Seguridad Social

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

En Ourense hay 4.392 cotizantes foráneos que suponen el 5 % de los trabajadores

24 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Encontrar una oportunidad en el mercado laboral resulta complicado para cualquier ciudadano, pero lo es aún más cuando quien busca ese puesto es extranjero. A pesar de esta circunstancia la cifra de foráneos que han logrado hacerse un hueco, bien con su propio negocio o bien trabajando por cuenta ajena, en el último año ha crecido en la provincia de Ourense. Así, en los últimos doce meses, 291 ciudadanos que no tienen la nacionalidad española han comenzado a cotizar a la Seguridad Social, una cifra que supone un incremento del 7? % respecto al año anterior. Ese crecimiento se constata también tanto a nivel gallego como nacional, y viene a evidenciar que la mejora del empleo, o al menos la reducción del paro, está permitiendo el acceso a un mayor número de extranjeros a un puesto de trabajo.

Esto no deja de ser algo positivo para Ourense, donde la tasa de ciudadanos que contribuyen con sus salarios a llenar la hucha de las pensiones es la más baja de Galicia. Con todo, los extranjeros conforman todavía una parque pequeña de la realidad laboral ourensana, donde hay en estos momentos 102.246 ciudadanos cotizando. De ellos 4.392 son extranjeros, lo que supone un porcentaje que no llega al 5 %. Si se analiza la evolución mensual, se comprueba que en el último año dieciocho extranjeros se han incorporado a algún tipo de trabajo en Ourense cada 30 días.

El contingente más alto es, de acuerdo con los datos que hace tan solo unos días ha publicado el Ministerio de Empleo, es el de los ciudadanos que proceden de la Unión Europea, con 2.431 integrantes de los que 1.500 son hombres y el resto mujeres. Otros 1.961 ciudadanos proceden de países de fuera de la Unión Europea y en este grupo son mayoría las féminas, que suponen 1.508.

En cuanto a la fórmula que encuentran para ganar un sueldo, los datos evidencian que la mayor parte trabajan como asalariados, estando por tanto afiliados bajo el régimen general. Son 3.485 trabajadores, de los que 82 están en el seguro agrario y otros 458 en el de hogar. Hay, además, 907 autónomos. Los sectores en los que tienen más presencia son hostelería y construcción.

Brasil, República Dominicana y Venezuela, los tres países que más trabajadores aportan

Aunque oficialmente el contingente más alto de extranjeros es el de quienes proceden de la Unión Europea, en la unidad de extranjería de la subdelegación de Gobierno matizan este dato. «Se trata de gente que tiene tarjeta de régimen comunitario, pero en realidad son gente que procede de fuera de Europa que tiene familiares en España», explica José Antonio Padrón, responsable de la unidad, que asegura que la cifra real de europeos en Ourense es más baja de lo que marcan las cifras.

De hecho, ahora mismo el grupo más grande de foráneos es el de brasileños. «Desde Brasil no se necesita un visado para venir a España y esto facilita la llegada», explica Padrón. En segundo lugar se encuentran quienes proceden de la República Dominicana, un país desde el que sí se debe llegar con visado, aunque muchas veces la autorización se busca una vez en la ciudad de As Burgas.

La situación política en Venezuela está provocando que este país sea ya el tercer emisor de trabajadores. «Todas las semanas nos llegan solicitudes de regularización, que en muchos casos no pueden ser atendidos», asegura el responsable de la unidad de extranjería.

Lo más frecuente es que lleguen sin visado y después intenten regularizarse

Lo que establece la ley es que todo extranjero que llegue a Ourense con intención de residir en la provincia debe contar con un visado de trabajo expedido en su país de origen, pero la realidad demuestra que esta circunstancia se da en muy pocas ocasiones. Lo sabe bien José Antonio Padrón, jefe de la unidad de extranjería de la subdelegación del Gobierno de Ourense, que afirma que lo habitual es que la llegada se haga sin el soporte legal. «Lo más frecuente es que lleguen en situación ilegal y luego intenten conseguir permiso de residencia y trabajo», explica. Los trámites para lograr el permiso tienen su complejidad. Así, si el solicitante va a crear su propio negocio, «tiene que acreditar la existencia de un proyecto de trabajo», afirma Padrón, que advierte de que si el proyecto es solvente no suele haber problemas. Eso sí, hay muchos casos en los que se solicita un permiso para la venta ambulante, «y en estos casos ya es más complicado porque suele tratarse de gente con pocos recursos, que no pueden acreditar medios para poner en marcha el negocio», explica Padrón, que reconoce que «uno de los motivos por los que se suele denegar el permiso es porque se considera que no es viable la actividad ». Tampoco resulta fácil para quienes quieren trabajar por cuenta ajena, que deben lograr un contrato por un año.