Las matronas examinan su labor para mejorar los partos naturales

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Participan en un estudio internacional que busca aprovechar más sus capacidades

10 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 25 de noviembre las matronas del CHUO y del Hospital Comarcal Valdeorras se convirtieron en colaboradoras del proyecto multicéntrico europeo Midconbirth, que busca evaluar la contribución y los cuidados que proporcionan estas profesionales a las mujeres sanas gestantes de entre 37 y 42 semanas en partos que se presentan sin complicaciones. El Sergas ha decidido sumarse a este estudio -en España la primera comunidad autónoma en apoyarlo y ponerlo en marcha fue Cataluña- que pretende recabar datos de esos cuidados a las madres y a sus bebés que certifiquen, científicamente, algo que las autoridades sanitarias internacionales vienen apuntando desde hace años: las matronas son las profesionales mejor preparadas, con más recursos y conocimientos para proporcionar los cuidados necesarios durante ese proceso.

Se pretende cambiar algunas dinámicas de asistencia que se han generalizado en los últimos años y que priorizan la presencia del ginecólogo en partos en los que realmente no sería necesaria su intervención desde el punto de vista técnico, y promover un parto más natural, menos intervencionista y en espacios diseñados para ofrecer un entorno más confortable y amable para la parturienta.

Cabe recordar, por cierto, que el CHUO dispone de una sala especialmente habilitada desde hace casi una década y, aunque la cifra de mujeres que elige ese espacio para el alumbramiento va en aumento, el porcentaje sigue siendo minoritario.

En esa sala -en la que hay una cama especial que permite tanto el descanso como la exploración y el propio parto-, la madre puede moverse con libertad, incluso sumergirse en una bañera con hidromasaje para favorecer las contracciones y estar siempre acompañada. También dispone, para quienes prefieran esa posición, de una silla de partos y material de psicomotricidad. Su estancia en esa habitación especial se prolonga durante varias horas para su recuperación tras el alumbramiento y junto a su hijo, ya que también hay cuna térmica para el recién nacido.

Al estudio que acaba de iniciarse solo se incorporan los partos denominados naturales, es decir no inducidos o provocados, y que no han tenido complicaciones durante el embarazo «porque en esos, aunque también los llevamos nosotras, el proceso está dirigido por el médico», aclara la supervisora de matronas, Antonia Iglesias. Además de que el parto se inicie espontáneamente y en un margen concreto de semanas de gestación, las madres no pueden ser menores de 18 años ni superar los 45.

Autorización de la mujer

Para que este estudio pueda realizarse es necesario que la futura madre lo autorice. «Es un consentimiento en el que se les explica que para ellas no tendrá ningún inconveniente ni beneficio, pero que su colaboración permitiéndonos utilizar esos datos servirá para mejorar la asistencia para otras madres en el futuro, que es el objetivo», señala . La recogida es totalmente anónima, es decir no quedan plasmados datos de identidad.

Aunque son muchos parámetros los que se registran, únicamente tienen que ver con aspectos relacionados con la asistencia que recibe cada parturienta desde el inicio hasta el final, porque el objetivo es valorar los cuidados y la calidad de esos procesos que llevan las matronas en los hospitales gallegos y compararlos luego con lo que se hace en otros centros de España y de Europa», relata.

Entre los datos que se recogen está el tipo de embarazo, las semanas de gestación, cómo se desarrolla el proceso y los cuidados o tratamientos que cada caso va requiriendo, si finaliza en parto natural o con cesárea o si fue necesaria la intervención del ginecólogo, entre otros aspectos.

Un trabajo de año y medio para registrar los datos de 322 casos

Las matronas ourensanas contribuirán al estudio multicéntrico con 322 partos. La cifra la ha fijado el Sergas teniendo en cuenta el número de nacimientos que registra de media en cada hospital. «Calculamos que nos llevará en torno a año y medio tener todos los registros procesados», señala Antonia Iglesias Santos. La razón de esa previsión no es solo que en Ourense la tasa de natalidad sea baja debido a la estructura poblacional -durante el 2016 vieron la luz 1.488 nuevos ourensanos, por ejemplo-, sino las limitaciones que impone el estudio sobre el tipo de parto susceptible de entrar en esos registros.

Un año flojo

Este 2017, por cierto, amenaza con cerrarse con un nuevo descenso en el número de nacimientos en la provincia. «En lo que va de año no llegamos a los 1.300, cuando el pasado superamos los 1.400», señala la supervisora que, de todos modos, espera que la caída se amortigüe en lo que queda de diciembre. «Tradicionalmente hay meses mejores y otros más flojos, y este suele tener un mayor número de partos», aclara.

De todos modos el mal comportamiento del 2017 en cuanto a natalidad no es algo exclusivo de Ourense. «Hablando con otras compañeras, incluso en Vigo, nos dicen que también notan la caída», apunta Antonia Iglesias.