La escuadra de Gonzalo García se descuelga en la cola con un único triunfo en doce jornadas, tras el expeditivo: 82-64
03 dic 2017 . Actualizado a las 17:27 h.El COB cayó en Castellón y sumó su sexto revés consecutivo, en una contienda que no tuvo color: 82-64. Porque realmente partido no hubo nunca. El COB se desangró de inicio al contar con la única referencia en la anarquía de Reggie Jonhson en ataque, el pequeño apoyo que pudo darle un tocado Ahonen y la aportación exterior de Kohs, que ayer tuvo destellos esporádicos. En defensa acumuló una sucesión de errores impropios de la segunda categoría del baloncesto español, muchos de los cuales fueron por falta de concentración. Al igual que en el rebote, donde Sabonis, Rowley y compañía camparon a sus anchas desde el salto inicial.
Si a eso se le suma que el juego interior es inexistente, ni en defensa ni en ataque y que los teóricos pesos pesados no existen, Castellón solo tuvo que aprovechar los regalos cobistas para ir poco a poco abriendo brecha hasta el parcial demoledor de 10-0 en el último minuto del segundo cuarto, para irse al descanso con el partido decidido (49-33), porque Trist anotó dos tiros libres sobre la bocina.
Los dos cuartos finales fueron un suplicio para el COB. Llegó a perder de casi de 30 puntos, porque el tercero fue una repetición de todos los errores anteriores ampliados. Pero al menos el equipo tuvo orgullo y en el último impidió una debacle mayor en el marcador, que es lo mejor que se puede decir de un partido tan malo en todas las facetas.
El COB pide a gritos cambios en forma de entradas y salidas, no solo para intentar el milagro de la permanencia, cada vez más difícil, sino para evitar un año negro en el que apenas se sumen victorias, puesto que lo que hay no da para más.