Condenan a un brigada de la Guardia Civil de Ourense por degradar a una subordinada con expresiones de tipo sexual

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Le dijo ante una compañera que «sus tetitas me vuelven loco» y la tocó para comprobar si llevaba sujetador

28 nov 2017 . Actualizado a las 07:39 h.

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia condenatoria contra un brigada de la Guardia Civil de la Comandancia de Ourense por trato degradante o inhumano hacia una inferior. El Alto Tribunal desestimó el recurso de casación presentado por el representante legal de José I. T. contra la sentencia del Tribunal Territorial Militar Cuarto, de A Coruña, que le condenaba a tres meses y un día de prisión como autor de un delito consumado de abuso de autoridad del que fue víctima una guardia civil mujer que trabajó a sus órdenes en el año 2012. Según consta en la sentencia, ahora firme, el brigada dirigió frases a su subordinada como "qué guapa eres, qué chica tan guapa y tan mona por aquí", tanto cuando ella estaba sola como ante otros guardias. También soltó, mirándola explícitamente que "un hombre de cincuenta años era como una mujer de treinta" y que él había tenido una novia modelo y otra de edad similar a la interpelada. En otra ocasión, en la cafetería del acuartelamiento, cuando la guardia tomaba café con una compañera, le dijo a esta, refiriéndose a la víctima que "sus tetitas me vuelven loco". Al oír esos, ambas quedaron estupefactas, se tomaron su café rápidamente y se fueron.

La sentencia aún recoge otras manifestaciones degradantes, como cuando le preguntó "¿llevas bragas?, es que te miro siempre y no veo que lleves nada, no se te nota nada". Cuando la vio de paisano otra vez le dijo "ya te dije que tenías un cuerpo muy bonito, vaya pantaloncitos que llevas".

También hubo tocamientos, en la espalda,a la altura de las tiras del sujetador o en la mano cuando ella apagaba el ordenador, reprochándole además que fuese "poco cariñosa", cuando ella se zafó de él. El acusado, según el tribunal, intentó quedar a solas varias veces con la guardia, la llamó para ello y al volverla a ver tras unas vacaciones le espetó: "deberías estar orgullosa de que alguien como yo quisiera quedar contigo". 

A partir de ahí, el comportamiento y las frases obscenas cesaron, aunque para los compañeros de la Plana Mayor en la que trabajaban ambos era notoria la mala relación entre ambos. A consecuencia de esta actitud de su superior, la guardia sufrió "una situación de angustia, estrés, malestar, decaimiento y miedo con episodios de nerviosismo, abatimiento y llanto".

Para el Tribunal Supremo, la conducta del brigada es de una gravedad incuestionable.Las "insinuaciones de tipo sexual" del suboficial, además de sus tocamientos y acercamientos cosificaban a la guardia para satisfacer sus instintos. El comportamiento "salaz" del recurrente, dice el TS, no fue nunca consentido por su subordinada y el brigada se aprovechó de su superioridad y su comportamiento fue claramente vejatorio para la víctima.