«El sindicalismo católico colaboró en implantar el descanso dominical»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Álvaro Vaquero

La figura de Manuel Martínez Sueiro centra un estudio del historiador Arturo Real

25 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el tema de su trabajo de fin de grado y, ya licenciado, Arturo Real López (Ourense, 1995) fue invitado a exponer sus conclusiones en torno a la figura de Manuel Martínez Sueiro en unas jornadas para jóvenes investigadores celebradas en el campus ourensano.

-¿Por qué le interesó Martínez Sueiro?

-La verdad es que me llegó un poco por casualidad. Cuando iba a hacer mi investigación de fin de grado, el profesor que me la tutorizó (Jesús de Juana) en principio había quedado con él en realizar algo sobre el carlismo, pero me comentó que había una figura que estaba sin trabajar prácticamente y fue cuando me interesé.

-¿Es un gran desconocido?

-Sí, es curioso porque compartió espacio intelectual con Marcelo Macías o con Otero Pedrayo, pero él quedó bastante al margen por dos motivos, yo creo. Uno su muerte, porque murió relativamente temprano, en 1920, y otro por sus frecuentes traslados. Era juez y tuvo distintos destinos.

-¿Qué faceta de sus trabajos e investigaciones le parece más interesante?

-En un principio me llamó la atención su faceta como historiador. Él se centraba sobre todo en la historia de la Edad Media y a mí lo que más me interesa es la historia contemporánea, pero me interesó mucho cómo se veía en aquellos tiempos... Empezaban a aparecer los nacionalismos llamados periféricos y, por otro lado, había también un fortalecimiento del nacionalismo español. En este contexto es interesante analizar qué visión tenía él del pasado de la provincia. Y después me pareció muy interesante su faceta como sociólogo. Yo creo que tenía tanto de historiador como de sociólogo y era el único que en 1910 que en esta provincia se ponía a escribir libros sobre sociología, sindicación obrera...

-¿Qué aportaciones ideológicas realizaron sus trabajos?

-Él se enmarcaba en el sindicalismo católico, que tiene su base en una encíclica del papa León XIII de la década de los noventa del siglo XIX, la Rerum novarum y que, básicamente, lo que proponía era que los sectores más afines de la sociedad civil tenían que fomentar que los procesos de deshumanización que conllevaba la industria no mermaran el número de fieles que tenía la Iglesia. Postula que la Iglesia puede dar satisfacción a los intereses de los obreros sin necesidad de esos órganos de representación considerados ateos, como UGT o los sindicatos anarquistas. Aplicaban doctrinas como podía ser, por ejemplo, el descanso dominical, al que Martínez Sueiro dedicó mucho espacio.

-¿Cree que el sindicalismo católico tuvo logros positivos para los derechos de los trabajadores?

-La conclusión a la que yo llegué es que era una línea que en muchos casos llegó a coincidir con los sindicatos no católicos, en ciertas reivindicaciones, como la implantación del domingo como día no laborable. El sindicalismo católico colaboró en implantar el descanso dominical con las otras organizaciones. Además, al ser sindicatos de una sensibilidad católica podían tener más influencia sobre la patronal. Lo que pasa es que el caso de Ourense su influencia no debió ser muy importante. Los logros son más a nivel de todo el país. En Ourense su fuerza nunca fue mucho más que un intento de las élites y del propio Obispado como contrapeso a las otras organizaciones, que afloraban con más fuerza y eran más combativas.