La Diócesis de Ourense incorpora a dos nuevos beatos

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Benito Paradela, de Amoeiro, y Dorinda Sotelo, de Lodoselo, estaban reconocidos como mártires de la Guerra Civil

12 nov 2017 . Actualizado a las 19:17 h.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, encabezó ayer la comitiva de vecinos de la provincia que acudió a la ceremonia de beatificación de 60 mártires españoles reconocidos por la Iglesia Católica, entre los que hay dos naturales de la provincia ourensana: el sacerdote paúl Benito Paradela, y la religiosa de las Hijas de la Caridad, Dorinda Sotelo. Ambos sufrieron persecución y fueron asesinados en el año 36, durante la contienda de la Guerra Civil.

Benito Paradela Nóvoa nació en Amoeiro el 22 de octubre de 1887, en el seno de la familia de agricultores que formaron Manuel y Camila. Pasó los años de su niñez en su pueblo natal y, al igual que Faustino Míguez ?que el pasado mes de octubre se convirtió en el tercer santo ourensano tras su canonización en Roma?, estudió en el Santuario de los Milagros.

Ingresó en la congregación de los padres paúles, en Madrid, el 29 de agosto de 1907 y combinó su labor como sacerdote con la de escritor, investigador y archivero. De hecho, tras el estallido de la Guerra Civil, trató de salvar el archivo y la biblioteca provincial llevando personalmente lo más importante a la casa de san Felipe Neri, en Madrid. Fue asesinado en 1936 en esa misma ciudad, cuando tenía 49 años.

La otra nueva beata es Dorinda Sotelo Rodríguez. Nació en la localidad de Lodoselo, en el Concello de Sarreaus, el 16 de febrero de 1915. Era la mayor de cuatro hijos de una familia humilde. Estudió en el colegio de la Purísima antes de trasladarse a Madrid y, posteriormente recalar en Barcelona. Allí trabajaba como enfermera en el centro para tuberculosos del Hospital del Espírito Santo, en Santa Coloma de Gramanet. El director del sanatorio decidió acogerlas ?a ella y a varias de sus compañeras de congregación? en su propio domicilio camuflándolas como personal de servicio cuando comenzaron las persecuciones. Pero fueron descubiertas. Dorinda Sotelo fue martirizada y asesinada, junto con sus compañeras del sanatorio, el 24 de octubre del año 36 en Tibidabo.

Dorinda Sotelo y Benito Paradela serán los primeros beatos ourensanos en obtener tal reconocimiento desde hace cuatro años. En el año 2013, también en una ceremonia conjunta celebrada en Tarragona, se incorporaron a esa categoría a otros seis religiosos ourensanos; cinco naturales de la Diócesis de Ourense y una de la zona de la provincia adscrita a la Diócesis de Astorga.

En aquella ocasión los protagonistas ourensanos de la beatificación fueron Antonio González Penín, de la parroquia de San Salvador de Rabal; Carmen Rodríguez Barazal, de San Cristovo de Cea; Ramón María Pérez Sousa, de San Miguel de Feás; Ricardo Atanes Castro, de Cualedro; y Narciso Pascual , de Sarreaus. La sexta ourensana, nacida en la localidad ruesa de Fontei, fue Ramona Cao.