Fran Gayo: «El escenario ideal es que la ciudad se sienta orgullosa de su festival»

Fran Gayo (Gijón, 1970) afronta su segunda edición al frente del OUFF. Tras la premura y provisionalidad del 2016, con escasos meses de maniobra para sacar adelante el festival, en esta ocasión el certamen llega con un programa donde ganan protagonismo las actividades paralelas, reforzando al mismo tiempo las secciones oficiales -Cine Iberoamericano y Óperas Primas-, la apuesta por el audiovisual gallego y la creación de nuevas iniciativas para implicarse con los proyectos que se están generando en el sector.

-No hay vuelta atrás. El programa está cerrado y presentado. ¿Satisfecho con lo conseguido o desearía un escenario diferente?

-Esta mañana lo estaba repasando, ahora que ya todo figura colgado en la web, y me parecía increíble que más del 90 % de los proyectos que pusimos en marcha en marzo se hayan conseguido. Sé que a veces peco de ambicioso, pero me salva tener al lado a Analía González Alonso, que es la productora ejecutiva del OUFF y la persona que consigue que todo se vaya encarrilando y que sea posible.

-¿A qué iniciativas se refiere?

-Conseguir películas como Era uma vez Brasilia, Atrás hay relámpagos o La vendedora de fósforos o retrospectivas como la de Mariano Llinás son cosas en las que piensas pero que dudas que se puedan materializar. Y ahí están, lo mismo el taller de A Carballeira o la exposición Xoguetes de cine, de Federico Ransenberg, por ejemplo.

-En la presentación del OUFF 2017 incidió en el objetivo de abrir el festival a la ciudad. ¿Es la asignatura pendiente?

-Sí. El festival tiene que abrirse más a la ciudad y al público joven. Es algo que costará mucho esfuerzo y que no se conseguirá en un año o dos, pero el futuro pasa por ahí. Es la gran asignatura pendiente de la gestión cultural: hay una serie de paradigmas que se transformaron y nos pillaron a todos con el pie cambiado. Pasa en el cine, en la música y en todo; la gente joven no responde como antes y hay que buscar fórmulas para implicarlos. O lo conseguimos o, en nuestro caso, los festivales de cine van acabar siendo como una especie de recuerdo generacional.

-Destacó la presencia del cine argentino y su papel destacado en el sector iberoamericano.

-Los premios que se están concediendo en Cannes, Venecia y en festivales de todo el mundo son la constatación de una realidad. Y tendremos la suerte de que en el OUFF van a coincidir durante tres días Florencia Romano, Mariano Llinás y Alejo Moguillansky para participar en encuentros con los profesionales de CREA para hablar de la situación del cine en Argentina. Los tres están vinculados a una productora que se llama El Pampero, que tiene como caballo de batalla no producir nunca con dinero público.

-Habrá una importante presencia del audiovisual gallego. ¿El OUFF será el referente para el sector?

-La presencia del cine gallego en los festivales internacionales en los últimos años ha sido importantísima y la apuesta del OUFF en ese sentido es clara. Queremos ser el referente para todo el sector audiovisual de Galicia.

-Abren con Diana Toucedo y mostrarán en primicia imágenes de Oliver Laxe.

-Esos son dos regalos. Hay cosas que consigues a base de romperte las espaldas y otras que te vienen de arriba. Poder abrir el festival con el preestreno de Trinta lumes es algo que me llevará varios años agradecerle a Diana Toucedo. Que ella y sus productores apuesten por el OUFF es algo que le vamos a agradecer siempre. Y lo de Oliver Laxe va por ahí y será un lujazo mostrar una selección de los primeros minutos que hay filmados de Aquilo que arde. Son dos puntos fundamentales de la programación.

-¿Dónde le gustaría situar el festival de Ourense en el panorama estatal?

-Para mí es importante, por lo que viví en el caso del certamen de Gijón, que la gente de la ciudad asuma el festival como propio, como algo suyo y que se sientan orgullosos de él. Ese sería el escenario ideal. A nivel estatal me preocupa un poco menos; me parece que de momento manejamos bien el nicho de cine iberoamericano y no chocamos con demasiada gente.

«El taller de cine, la muestra de Ransenberg y las retrospectivas son muy importantes»

En 1997 comenzaba Gayo a gestionar el certamen de Xixón y en los últimos ocho años ha estado en el Bafici de Buenos Aires. Reconoce que los mejores momentos los vivió en el primero al ver la implicación de la gente con el festival y la participación en todo lo que se programaba «había como una liturgia de ir al los pases y a todo lo que se programaba... la gente sentía que tenía que estar allí y presumían de su festival».

-¿Qué destacaría de lo conseguido en este OUFF 2017?

-Para mí lo importante son cosas que a lo mejor no venden, o en las que no aparecen fotografías y gente importante. Lo de lograr realizar el taller de cine con los chicos de A Carballeira es importantísimo y llevan tres semanas trabajando. También contar con la presencia de la exposición de Ransenberg -y que él venga a dar un par de talleres- y estoy muy contento con las retrospectivas. Y tener a Marilia Rocha y Mariano Llinás, que es una voz destacada en el cine mundial ahora mismo, son las tres cosas que me hacían muchísima ilusión.

-Volveremos a ser punto de encuentro para Galicia y Portugal y contará el OUFF con nueva propuesta.

-El encuentro de productores está consolidado y la respuesta que tiene cada año es la prueba irrefutable. Áncora nace para apoyar los nuevos proyectos y la demanda ha sido extraordinaria. El año que viene deberíamos ir más allá y sumar a Brasil. Sería perfecto, aunque necesitaríamos una pequeña inyección en lo que a apoyos se refiere.

-¿Qué objetivos se marca para las próximas ediciones?

-Ninguno. Yo sé cuál es mi proyecto y es a lo más que llego. Mi contrato concluye a final de año y no sé que pasará de cara al 2018. Con todo el reto es, como decía, sumar gente joven.

---

---