En los negocios de la milla de oro se deja sentir la presencia de los emigrantes y de los foráneos
03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Jessica Fernández es dependienta en una tienda multimarca llamada Star situada en la calle Santo Domingo. Por su situación, en el corazón de la conocida como la milla de oro ourensana, y por el buen tiempo que acompañó durante la mayor parte de los días de los meses de julio y de agosto, las ventas durante la temporada estival fueron buenas: «Las rebajas de verano de este año fueron estupendas sobre todo porque se acercaron a nuestra tienda muchos turistas que visitaban la ciudad, procedentes de países como México o Francia. Tuvimos más gente de fuera que de la propia ciudad durante toda esta época», comenta Fernández.
La razón del auge de ventas en personas llegadas de otros países es sencilla, según explica la joven ourensana: «Los turistas gastan mucho en las tiendas de por aquí gracias al tax free -un derecho que tienen los turistas a que se le devuelva el importe del IVA en cada adquisición que realizan- lo que hace que les salgan más rentables las compras que realizan en nuestros establecimientos», dice la dependienta.
En comparación con la misma época del año pasado, las ventas explica que también fueron muy buenas. En cambio en las de invierno, la diferencia se encuentra en que los clientes son más propios de la ciudad que visitantes por lo tanto las ventas disminuyen considerablemente.
Sobre el tema de la liberalización del período de rebajas, a la tienda donde trabaja le fue positivo: «Nosotros también pusimos un pequeño descuento antes de la temporada oficial. Con esto no se aprecia tanto la diferencia con las grandes cadenas como podía pasar antes». A pesar de tener esos pequeños descuentos, Jessica Fernández señala: «La gente está muy adaptada a venir solamente cuando comienza el período de rebajas. Igual los clientes se pasan por la tienda y no saben que tenemos algún tipo de descuento. Suelen pensar que hasta el día oficial no les vamos a descontar nada», destaca Jessica.
«La gente está muy adaptada a venir solo cuando es el período oficial de rebajas»