Las bibliotecas recuperan el pulso

laura parada / r. n. p. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Eva Sarmiento

En verano, opositores y niños son los que más visitan estas instalaciones

31 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El comienzo de las vacaciones de verano, a principios de julio, provoca el cambio en las rutinas diarias de muchos de los ourensanos. Lo mismo ocurre con el funcionamiento habitual de la biblioteca pública de Ourense, situada en la calle Concejo.

El horario reducido en los meses de verano, ya que la biblioteca solo abre por la mañana, es uno de los factores que provoca, en parte, un descenso de sus usuarios. Esto, sumado al éxodo de ciudadanos que experimenta la capital ourensana, sobre todo los meses de julio y agosto, ha generado un cambio en el perfil de los usuarios que visitan la biblioteca en esta época del año. «Durante los meses de verano vemos caras nuevas de personas que vienen a la biblioteca solo en esta temporada», comenta Rosa Díez, directora de la biblioteca de referencia en Ourense.

De esta forma, en términos generales estos lugares públicos de la capital han experimentado un descenso considerable del número total de personas que pasan por sus instalaciones durante estos meses. «Las vacaciones estivales han provocado que mucha gente de la ciudad se vaya a otras zonas de la provincia por lo que notamos que hay una disminución del número de usuarios que habitualmente utilizan estos servicios», explica la directora de la instalación pública.

Pero la situada en el centro de la ciudad no es la única que experimenta este cambio. La biblioteca universitaria Rosalía de Castro también se ha visto afectada ya que sus principales usuarios son los estudiantes del campus por lo que al término del curso escolar estas instalaciones quedan prácticamente vacías.

Aún así sigue habiendo personas que utilizan los servicios de las bibliotecas en verano. En cuanto al perfil de estos nuevos usuarios, se caracteriza, sobre todo, por ser personas que pasan sus vacaciones en la ciudad debido a que tienen familiares que viven en Ourense. «Lo más curioso es que muchos de estos usuarios que solo vemos en estos meses de julio y agosto vuelven cada verano», aclara Rosa Díez.

Son usuarios que utilizan los servicios de préstamo de la biblioteca y también aprovechan las actividades lúdicas que tienen lugar en las instalaciones para los más pequeños. «Los ciudadanos utilizan sobre todo la biblioteca para pedir libros o también para los talleres de animación de lectura que ofrecemos para los más pequeños», indica Rosa Díez.

En este sentido la biblioteca se convierte en un lugar perfecto para los niños, en donde pueden pasar parte de sus vacaciones estivales.

Por lo tanto los servicios de la biblioteca se mantienen iguales durante todo el año. Incluso, también es un recurso para muchos de los turistas que llegan a la ciudad y necesitan un acceso gratuito a Internet para buscar información.

Sin tiempo que perder

Aun así la llegada de septiembre ocasiona el retorno de muchos ourensanos y de esta forma comienzan a llenarse las bibliotecas. «A partir de septiembre todo empieza a volver a la normalidad. Muchos usuarios aprovechan para prepararse para la vuelta al cole reservando lecturas y material escolar para el comienzo del curso», explica la directora. Por otro lado las bibliotecas siguen siendo un lugar de estudio para aquellos que no dejan de preparar las oposiciones incluso durante los cálidos meses de verano. El relevo lo tomarán los universitarios en centros como el del campus.