Manuel Seguín: «El campamento de Amencer es el único del verano para muchos niños»

Noelia salgado / r. n. p. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Álvaro Vaquero

Los participantes disfrutan de su tiempo libre en la iniciativa de carácter gratuito

09 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Seguín ya lleva diez años como animador y monitor del campamento urbano Amencer. Antes ya había sido un participante más y la experiencia fue tan positiva que decidió quedarse, ya que trabaja todo el año como coordinador de la asociación. Ha estudiado educación infantil por lo que estar rodeado de tanta vida en pleno agosto no lo cambiaría por unas vacaciones.

-¿Qué hay que hacer para ser animador del campamento?

-Es cuestión de inscribirse en la asociación. Ahora mismo hay cerca de 150 voluntarios. Hacemos una formación previa para los monitores, pero pueden venir un día como toda la semana. Desde la práctica pueden descubrir una afición como la animación en el tiempo libre. Tenemos personas desde los 16 años hasta los 50.

-¿Cómo determina todas las actividades que se realizan durante estos diez días?

-Los pasatiempos que se llevan a cabo son idea de los propios monitores, pero también de los niños. En cada edición hacemos una evaluación para ver que cosas podemos mejorar, repetir y que otros entretenimientos podemos incluir. No hay una solamente que diseñe el campamento urbano. Cada día tiene una temática, como la cultura o la naturaleza. Aunque todas las actividades tienen un hilo común cada niño según su edad realiza actividades distintas. De esta forma, un pequeño que entra con 8 años y salga con 16 nunca va a realizar los mismos pasatiempos.

-¿En qué momento se hace una integración común de los niños de todas las edades?

-El día de acogida, los grandes días de salidas y excursiones son momentos de actividades conjuntas. Los niños de 11, 12 y 13 años son los que más abundan en el campamento. Los más mayores se animan igualmente a venir, pero demandan entretenimientos totalmente diferentes y son más independientes. Lo importante es la convivencia

-Si hay niños con algún tipo de discapacidad, ¿cómo trata sus necesidades?

-Se les dedica más atención, con monitores ya más preparados, pero se integran con absoluta normalidad con una vigilancia extra en estos casos. Pretendemos fomentar un buen clima para que todos se relacionen.

-Los voluntarios y niños, ¿pertenecen todos a la ciudad?

-La mayoría son de la ciudad, pero tenemos personas de distintos puntos de la provincia y hasta gente de afuera que viene a pasar sus vacaciones a Ourense.

-¿Cuales son los objetivos principales del campamento urbano?

-Primeramente queremos que los menores descubran la ciudad desde un punto más lúdico, ya que no es sencillo que salgan a la calle a jugar por dificultades como el tráfico. Además todos los entretenimientos que realizamos tienen una visión educativa. Después, esto es una cita muy social, ya que muchas veces es el único campamento que tienen en todo el verano. Asimismo es gratuito por lo que toda persona puede acceder a el independientemente de su nivel económico. Siempre buscamos que todos tengan los mismos recursos. Los monitores somos los últimos en comer en las salidas ya que comprobamos que a ninguno le falte de nada. Trabajamos los valores humanos: la variedad cultural, compartir, el respeto, la amistad y la alegría.

-¿Hay alguna actividad especial con motivo de los treinta años que cumple esta cita lúdica?

-Tuvimos una reunión con otros campamentos de Santiago, Vigo y A Coruña donde nos juntamos cerca de 2.000 personas.