El acusado por el crimen del farmacéutico rechaza declarar en el juicio contra él

La voz OURENSE

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Miguel Villar

Alexandru Luca solo había confesado a la policía tras su detención, que está centrando la primera sesión de las cuatro de vista oral en la Audiencia de Ourense

24 abr 2017 . Actualizado a las 11:47 h.

El acusado por el crimen del farmacéutico Tomás Milia, ocurrido el 4 de octubre del 2013, está siendo juzgado desde esta mañana en la Audiencia provincial de Ourense. Alexandru Marius Luca, al igual que en la fase de instrucción y durante todo el procedimiento judicial, se ha acogido a su derecho a no declarar.  El juicio ha continuado con la prueba testifical, con la declaración de algunos de los policías que intervinieron en la detención del sospechoso y en las primeras horas tras el crimen. El acusado, que entonces tenía 18 años y desde entonces está en prisión provisional, confesó ante la policía que había matado al farmacéutico por una discusión por temas económicos después de haber concertado una cita sexual de prostitución. 

Los policías relataron cómo encontraron cuchillos y relojes que el acusado se llevó de la casa de la víctima. Uno de los agentes relató cómo el acusado le arrolló cuando estaba registrando su coche en la calle Fernández Xocas en la medianoche del 5 de octubre. 

La policia lo conocía de ser un delincuente que se dedicaba a pequeños hurtos. Le vieron nervioso, algo no habitual. 

 Luego el sospechoso huyó. En aquel momento no le vieron sangre en la ropa. Posteriormente, sobre las cinco de la mañana, lo vieron de nuevo en el entorno de la escena del crimen llevando unas bolsas con ropa ensangrentada y cuchillos. Casi paralelamente se comunicaba que había un incendio en la vivienda de la víctima donde los bomberos encontraron su cuerpo en la bañera. Le habían apuñalado. 

Las acusaciones, pública y particular -ejercida por familiares del fallecido- piden penas de prision de hasta veinte años por el crimen, otros tantos por el incendio, cinco por el robo y cuatro por el atentado al agente de la autoridad. La defensa la ejerce una abogada del turno de oficio tras la renuncia del letrado que llevó el caso hasta hace pocas semanas.