Mouriño recupera el universo de Pessoa

OURENSE

BENITO ORDOÑEZ

El carballiñés es el autor del documental que se exhibe en la exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid

22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta el 3 de marzo • Círculo de Bellas Artes de Madrid (Sala Minerva) • Martes a domingo: de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas • Gratis • Fernando Pessoa (Lisboa, 1888 - 1935) siempre fue un autor al que se le profesó una importante devoción al otro lado de la vieja frontera portuguesa. Algunos de los mayores especialistas en su obra y de los más reputados traductores fueron españoles. Y de la mano de Alberto Ruiz de Samaniego y José Manuel Mouriño, comisarios de la exposición, el Círculo de Bellas Artes de Madrid muestra el proyecto «Pessoa / Lisboa». El espacio cultural madrileño recuerda la condición del autor como «figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX», su faceta como poeta, ensayista y traductor y la introducción en su obra de los aspectos característicos de ciertos movimientos vanguardistas europeos, como el futurismo o el modernismo. Según el Círculo de Bellas Artes, la muestra «Lisboa / Pessoa» facilita el acceso a la vida y obra del autor «a través de dos herramientas complementarias: el ‘Atlas Pessoa’, una suerte de mapa hipertextual que permite la navegación libre por distintos fragmentos del poeta favoreciendo nuevas lecturas e interpretaciones; y el documental ‘Pessoa / Lisboa’, dividido en 27 escenas, cada una de las cuales corresponde a una localización concreta de la ciudad de Lisboa vinculada a la vida del escritor».

Comisario y cineasta

El carballiñés José Manuel Mouriño participa en el proyecto desde dos vertientes: como comisario y como autor del documental que se muestra en la exposición. Mouriño estrenó en el OUFF 2016 su trabajo sobre el universo creativo del fotógrafo Manuel Vilariño y, tras pasar por Pessoa, ultima su proyecto sobre María Zambrano. La película retrata la Lisboa del escritor a través de la voz del cantautor Pablo Guerrero y se centra en el hombre que, en palabras de Ruiz de Samaniego, era «un príncipe de incógnito» que caminaba día a día los mismos recovecos de la ciudad.