«Todo el mundo se merece una segunda oportunidad»

OURENSE

Martí E. Berenguer

El actor protagoniza «Yo, Feuerbach», obra sobre un veterano de la escena en busca de un papel

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Domingo • 19.00 horas • Teatro Principal • De 12 a 20 euros • Tankred Dorst, uno de los grandes dramaturgos europeos, creó en 1991 un texto emblemático sobre todos aquellos que no consiguen ser protagonistas. El relevo generacional, la lucha por las segundas oportunidades, los egos y las miserias de la existencia humana transitan por Yo, Feuerbach. Un veterano actor, que pasó unos años retirado de la profesión, se presenta a una audición para un papel. Sus previsiones iniciales no se cumplen y en lugar de valorar su trabajo el director de escena, un viejo conocido, debe convencer a su joven ayudante. Pedro Casablanc y Samuel Viyuela protagonizan la obra.

-Antonio Simón, el director, dijo que para afrontar este texto necesitaba la complicidad y el talento de un gran actor. Y que desde el primer momento pensó en usted.

-Fue una coincidencia mágica. No nos conocíamos y yo tenía el texto guardado desde hace tiempo porque me parecía excepcional y tenía ganas de hacerlo.

-¿Crisis y edad se llevan mal?

-Por lo general sí. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad y que se aprecie su trabajo, su talento y su personalidad de alguna manera. En nuestro caso el protagonista ama el teatro, la poesía, el arte y cuenta con una trayectoria y una experiencia que quiere que se le valoren.

-¿El conflicto generacional lo es también de modelos?

-Es un poco de lo que se habla en la función, de una tradición vinculada al arte, al teatro, a la filosofía y a otras disciplinas o conocimientos y de la contradicción con los nuevos tiempos en los que solo se valora lo tecnológico, lo inédito y lo superficial. El actor que pelea por conseguir un papel para recuperar su carrera y el joven que pertenece al nuevo modelo. Es aquello ya conocido de que son malos tiempos para la lírica y las humanidades.

-En su caso cuenta con una amplia y reconocida trayectoria profesional y acumula papeles en cine, teatro y televisión.

-Es cierto, pero lo que se ve o aquello en lo que se fija la gente -ahora que estamos con los Goya por ejemplo- es en el glamour, pero todo eso es escaparate y fiesta publicitaria. Detrás hay mucha precariedad y falta de buenos trabajos. Y mucha gente que no se puede dedicar a lo que de verdad desea.

-¿Un actor que hace de actor juega con ventaja?

-Produce una inmensa satisfacción y es todo un placer. El protagonista es un corredor de fondo que precisa una segunda oportunidad y, aunque no es mi caso, comprendes perfectamente al personaje porque todos tenemos gente cercana con dificultades para salir adelante.