Los errores propios del COB le condenan a otra derrota en el Pazo

Jacobo Rodríguez

OURENSE

Santi M. Amil

La victoria número trece tendrá que esperar porque ante Guipúzcoa cayó por 79 a 85

20 ene 2017 . Actualizado a las 23:08 h.

El COB no entró bien en el partido desde la defensa y comenzó a ser un lastre en el demás engranaje del juego. Las primeras dos canastas de Carlson y Slezas así lo dejaban patente y permitió dos minutos de juego de acierto por ambos conjuntos (4-6) con Flis con protagonismo en un insulso ataque cobista. Pero a partir de ese momento se abrió una fase del juego donde ambos equipos rivalizaban a desaciertos en el tiro, malas decisiones en la lectura de la defensa rival y ahí salió ganando el equipo que mejor se maneja en esos fangos, el de Fisac. Tras un triple de Mitrovic (11-6) al COB se le hizo de noche en ataque. Cada posesión era difícil que encontrase alguna referencia fiable porque Guipúzcoa aumentó su intensidad defensiva y porque el ataque cobista se limitaba a Guerra como recurso. Seis puntos en los últimos cinco minutos de cuarto, incluida otra triple de Mitrovic fue el pobre bagaje que hizo posible que los de Fisac con Pino al mando facultado por los problemas defensivos del COB en el bloqueo directo y los cambios defensivos, mandase al finalizar al cuarto (17-18) y activase la primera alarma por las sensaciones más que por el propio marcador.

Todo parecía cambiar cuando apareció en escena Hittle para darle frescura al ataque con su acierto en el triple y una dosis de intensidad en defensa que Jukic no fue capaz de darle y con dos triples del americano y una de Kapelan la renta de cuatro puntos se instaló en el marcador por los de Gonzalo García. Todo era ficticio. En defensa el equipo seguía sin estar a un buen nivel, el rebote tampoco lo controlaba y lo que era peor, en ataque todo esa anarquía y de nuevo se repetían escenas del primer cuarto donde se hacían malos tiros al límite de la posesión. Con eso fue suficiente para que Guipúzcoa, tirando del bloque, donde ya tenía a ocho jugadores que habían anotado, le diese la vuelta al marcador (28-31) y abrió la última etapa del juego antes del descanso con un toma y daca en el que salieron victorioso los cobistas por la mínima (34-33), que dejó todo abierto para los últimos veinte minutos, pero con las claras cartas marcadas en ambos equipos.

Santi M. Amil

La clave, el triple

El tercer cuarto pudo ser la tumba para el COB. Unos malos primeros cinco minutos en los que recibió un parcial de 8-17 hizo temblar al Pazo (42-50). La defensa cobista seguía a años luz de su mejor versión y permitió que lo menos bueno de los guipuzcoanos, su juego exterior con Capel a la cabeza despertase y su juego de ataque fluyese con gran acierto y excelente lectura del juego. Todo lo contrario en un COB que seguía sin dirección en pista y dependiendo del empuje de Guerra en ataque hasta que despertó de nuevo el perímetro con Hittle y detalles de Flis y Kapelan, que sumaba tanto en ataque con sus triples lejanos como restaba con su actitud defensiva. Así consiguió un parcial de 18-5 que le devolvió el mando en el marcador ya comenzado el último cuarto (60-55). Desde ahí hasta el final del partido se repitió la historia de parciales para uno y otro con el triple como recurso casi único en ambos y con una carencia demasiada importante en los cobistas en el rebote que le condenó a perder rentas en el marcador en cortos espacio de tiempo. Todo se decidió en los últimos dos minutos a los que se llegó con máxima igualdad (72-72) y en medio minuto quedó sentenciado con cinco puntos consecutivos de Carlson que dejaron en evidencia los problemas del COB en defensa y de concentración en ataque que se transformaron en tiros liberados y pérdidas de balón. El COB lo intentó hasta el final pero no pudo evitar la novena derrota fruto de sus propios errores.