El CHUO recoge tres donaciones al año de cordón umbilical

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

PILI PROL

Los requisitos para garantizar la calidad de las muestras reducen las extracciones

15 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las características de la población ourensana provocan que la cifra de nacimientos sea de las más bajas de España. Sin embargo, Ourense siempre ha sido puntera en solidaridad y solo así se explica que, a pesar de esa realidad demográfica, la provincia haya logrado superar varios años el centenar de donaciones de sangre de cordón umbilical. «Hemos tenido épocas en las que hacíamos tres extracciones a la semana», señala Toñi Iglesias, la supervisora de matronas del CHUO. Eso sí, hoy la realidad es otra. «Esa cifra semanal es ahora anual; en todo el año pasado fueron tres las que recogimos», puntualiza.

La razón de esta caída en picado no está en la falta de información o de concienciación social de las madres ourensanas. Es general y se repite en todos los hospitales gallegos. Responde a una modificación en los requisitos para el proceso de selección de los posibles donantes mucho más acotado que antaño. «Ahora los criterios son más rigurosos, porque no se trata de recoger mucho, sino de que lo que se recoge tenga la calidad suficiente para garantizar que va a poder ser utilizado, porque esto hay que tenerlo almacenado durante muchísimo tiempo y el proceso supone un trabajo y un coste de conservación muy elevado para que al final resulte que la muestra no tiene la cantidad de células madre para poder utilizarse», relata la matrona ourensana.

Su versión es confirmada por la Axencia Galega de Donación de Órganos e Sangue -antes conocida como Centro de Transfusión de Galicia - que son los encargados de recoger las muestras de cada uno de los hospitales, procesarla y conservarla congelada a temperaturas muy bajas (en torno a los -195 grados) con un proceso de criopreservación.

Entre esos requisitos está, por ejemplo, el peso del recién nacido. «Tiene que estar en torno a los tres kilos porque normalmente si es un niño pequeño, la placenta es también más pequeña y por lo tanto la muestra puede ser muy escasa», señala la supervisora de matronas del CHUO.

«El bebé tampoco puede tener ninguna infección ni fiebre y en la madre también se analiza tanto su situación de salud en ese momento como los antecedentes de algunas enfermedades infecciosas que pueda haber tenido anteriormente», resume Toñi Iglesias. En el protocolo existen otras limitaciones como el haber viajado a algunos países en un plazo concreto. Además la donante debe firmar un consentimiento por el que se da por enterada de que la sangre de ese cordón puede ser utilizada para un trasplante a cualquier enfermo que lo necesite y consiente que se le haga un análisis de sangre el día del parto así como un examen a su hijo al nacer y otro varios meses después. El consentimiento incluye que, si finalmente esa donación altruista no es adecuada para tratamientos, puede utilizarse con fines de investigación.

El banco gallego de este material fue el segundo de España en ponerse en marcha, en el año 1998, y una década después era el tercero en muestras custodiadas y ya había logrado la mayor tasa nacional de donaciones por número de habitantes. De hecho, fue en el año 2008 cuando el banco se propuso hacer una apuesta por mejorar la calidad para dar respuesta también a los nuevos usos terapéuticos que, gracias a los avances científicos y de investigación, se fueron incorporando para el uso de esta sangre muy rica en células madre. Inicialmente se limitaban a trasplante para tratamientos de leucemia en receptores de corta edad -niños o adolescentes- o para adultos con poco peso. A pesar del mayor número de utilidades terapéuticas el banco gallego tenía a finales del pasado año 6.385 unidades de sangre de cordón umbilical criopreservadas.