El Banco de Alimentos necesita ayuda para una recogida masiva

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MIGUEL VILLAR

Los voluntarios atenderán la campaña de donaciones en cien supermercados

23 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Buscamos simplemente gente que esté dispuesta a echarnos una mano, por pequeña que sea. Una hora, dos, incluso media para dar un relevo a los que están más tiempo. Nos vale cualquier colaboración y será más que bienvenida». Así resumía Cecilio Santalices Mourille, el presidente del Banco de Alimentos de Ourense (BAO), el llamamiento a la ciudadanía ourensana para ayudar con la Gran Recogida.

Esta campaña de captación de productos no perecederos se desarrolla simultáneamente en toda España -en este la cita será los días 25 y 26 de noviembre- con colaboración de todas las cadenas de supermercados y a beneficio de todos los bancos de alimentos. Es una gran inyección de mercancía pero supone un gran reto para los de menor tamaño, como es el caso del de Ourense. Estas entidades deben aportar los voluntarios para atender y organizar la recepción de alimentos que los clientes vayan dejando en los carros o cajas que pone la superficie comercial; una tarea inabarcable para el BAO que tiene un número de voluntarios muy limitado.

«Hay ocho voluntarios que están a diario y que, junto a otros diez de alta disponibilidad que vienen habitualmente, realizan las tareas necesarias para mantener el banco con un correcto funcionamiento, y además otro medio centenar localizables para momentos concretos», relata el responsable de la entidad.

Este año se han sumado a la campaña cien supermercados, de distintas cadenas, repartidos por toda provincia. «Aparte de los de la ciudad, habrá establecimientos en todas las grandes villas y algunos en otras más pequeñas; y son diez horas diarias lo que están abiertos y dos jornadas las que hay que cubrir», explica Cecilio Santalices Mourille.

La cifra ideal para afrontar la tarea en Ourense sería de medio millar, pero en el BAO no aspiran a tanto. «Con 300 o 350 ya nos podríamos organizar muy bien», dice Santalices Mourille. De momento el listado de las personas que aportarán su granito de arena a la tarea alcanza las 250 personas. «La verdad es que aún faltan unos días y ya vamos mejor que el año pasado; así que somos optimistas», dice.

Además de los habituales, en esa lista están vecinos que se tuvieron su primer contacto con la entidad en una campaña como esta. «Eso es de lo más positivo de la Gran Recogida; que mucha gente se acerca por primera vez al Banco de Alimentos, ve lo que hacemos y lo que significa su ayuda y ya te dicen que cuentes con ellos para la siguiente, alguno incluso se ha unido como voluntario estable», comenta.

Un apoyo esencial en esta campaña son los trabajadores de Correos y de Viaqua. Ellos colaboran, también como voluntarios fuera de su horario de trabajo, trasladando el material que se vaya recogiendo en los supermercados al almacén del BAO. Luego quedará para los habituales otra tarea ingente: clasificar y registrar cada producto con sus correspondientes fechas de caducidad para evitar pérdidas y organizar las salidas del material en las distintas entregas.

Objetivo: cien mil kilos

El segundo llamamiento que ayer realizó el presidente de esta entidad fue para todos los ciudadanos. «Pedirles, como siempre, su solidaridad y que aporten lo que puedan en esta campaña. Sin esos alimentos que van a donar en los supermercados no podríamos hacer mucho de lo que hacemos. El año pasado repartimos unos 800.000 kilos de alimentos a vecinos de toda la provincia y de ellos 100.000 salieron de la Gran Recogida», señala Mourille. El objetivo este año es «al menos igualar esa cifra», dice.

«Este año vamos a alcanzar el millón de kilos repartidos entre vecinos de toda la provincia»

Las estanterías del Banco de Alimentos de Ourense están estos días más vacías de lo habitual. Pero eso no implica que haya una mayor demanda parte de las 86 oenegés y colectivos asistenciales con los que trabaja esta entidad, y que son los encargados de entregar los alimentos a los destinatarios finales. «Afortunadamente aquél incremento constante de los peores años de la crisis, se ha frenado; pero sigue habiendo mucha gente que necesita esta ayuda básica», señala el presidente de la entidad. De hecho, en el BAO prevén cerrar este 2016 con más alimentos repartidos que en el anterior. «Calculamos que vamos a llegar al millón de kilos entregados a vecinos de toda la provincia», apunta.

La razón de que las estanterías estén estos días más vacías responde a una estrategia de organización. «Desde el verano hicimos varias entregas. Procuramos combinarlas con las llegadas más o menos previstas porque nuestra capacidad es la que es», apunta. Al margen de necesidades puntuales, que se atienden cuando aparecen, el banco organiza esas entregas teniendo en cuenta campañas de captación como la de esta semana «y de forma que los beneficiarios la reciban escalonadamente; sería absurdo dar a una familia leche en enero para todo el año, por ejemplo, porque les caducaría», matiza.

El BAO recibe alimentos a través de varios fondos comunitarios que los entregan en varias fases durante el año; pero casi el 40 % de lo que maneja es fruto de la solidaridad local, a través de campañas de captación o de donaciones de empresas.