Los centros educativos previenen el acoso con equipos de mediación

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

LOLITA VÁZQUEZ

La Guardia Civil ofrece charlas informativas y no tiene constancia de casos graves

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Prevención, comunicación y cercanía. Son tres premisas con las que las instituciones, policiales y académicas, abordan la problemática del acoso escolar en la provincia. La Guardia Civil, al igual que la Policía Nacional hace en la capital, desarrolla continuamente acciones enmarcadas en el denominado Plan Director que tiene, además de otros programas dirigidos a menores, el objetivo de combatir el acoso escolar y sobre todo, evitarlo y detectarlo en fases tempranas.

De hecho, en la comandancia ourensana no hay constancia de que haya habido ningún caso grave de acoso en los colegios adscritos a su demarcación, explica el capitán José Gómez Cordero, coordinador provincial del plan.

El capitán explica que el instituto armado intenta con estos programas de charlas en centros «potenciar la cercanía a los chicos y prevenir que desarrollen conductas de riesgo». El plan director no se ciñe solo al acoso escolar, sino que aborda también otros riesgos a los que pueden estar expuestos los niños y jóvenes como el abuso de drogas y alcohol, los peligros de Internet o la violencia machista, además de la prevención de riesgos forestales, una temática muy solicitada en Ourense por el problema que sufre la provincia.

Los centros educativos ourensanos han solicitado veinte charlas específicas sobre acoso escolar a la Guardia Civil, que ha ofrecido explicaciones a unos cinco mil alumnos y 286 profesores, además de a padres interesados.

El hablar del asunto y de cómo afrontarlo parece que está sirviendo para evitar problemas mayores. «No ha habido casos de acoso graves. Sí pequeñas cosas que no han ido a más y no se llegó a denunciar», relata el responsable de la benemérita. Si ha surgido algún problema se paró tras una reunión del profesor de los alumnos con sus padres. A los chicos se les explica, además, que si algún compañero es testigo de una situación así, no es un chivatazo el comunicarlo.

Sin embargo, con los teléfonos móviles y las redes sociales, el acoso puede trascender el ámbito del recinto escolar. En las charlas se les expone, explica el capitán, cómo es el sufrimiento que puede sentir un alumno víctima de acoso y se les ponen ejemplos como el de Bill Gates, que fue acosado. Las explicaciones se les dan a alumnos de Primaria y Secundaria. El cambio de centros, del colegio al instituto, y de rol del alumno -de ser el más fuerte al más débil en el nuevo recinto- son los momentos más delicados, en la primera adolescencia, indica el capitán José Gómez.

La Guardia Civil les pone las cosas claras a los jóvenes: el cíberacoso no es gratuito y está penado. Para los menores no hay trascendencia penal, pero sí responsabilidad civil de sus padres. El papel de los progenitores para controlar estos peligros es clave, considera el capitán y por ello deben estar al tanto de las nuevas tecnologías y no dejar que tengan ordenador en su habitación. «Por los juegos entra mucho depredador», advierte el capitán. A los alumnos se les dan consejos para que utilicen las redes sociales de forma segura, como no aceptar a desconocidos o no publicar fotos comprometidas. «¿La pondrías en el tablón del cole?», se les pregunta.

 «Os rapaces aprenden mecanismos de diálogo»

En el 2004 apenas se hablaba de mediación en los ámbitos laboral y familiar, así que cuando surgió su aplicación en el ámbito escolar, en el IES Carlos Casares de Viana do Bolo quisieron saber en qué consistía. «A primeira formación fixémola como profesores, e vimos que fomentaba as boas relacións, e que sirve para previr o acoso; porque o acoso é a perda da batalla na convivencia», explica Carlos Ferreiro, director del instituto; que también señala que en la actualidad se usa la palabra acoso «con moita lixeireza». Y se explica: «Cando as forzas son similares, e un contra un, pode haber un conflito ou un enfrontamento puntual... Acoso é un grupo cunha superioridade notoria sobre unha persoa». Señala que en el centro han tenido un par de casos «de inicio, pero non é o habitual».

Cree que una forma de prevenir el acoso es la mediación. Para llegar a ella, las dos personas en conflicto deben aceptar de manera voluntaria acudir al servicio. Cada parte nombra a su mediador (hay posibilidades de veto sobre el de la otra parte, aunque nunca se ha dado en Viana, comenta) y son esas dos personas las que tratan de llegar a un acuerdo, que se registra por escrito. «Os mediadores non aportan a solución ao conflito, só son canalizadores», señala Ferreiro.

El equipo de mediación está formado por entre 30 y 40 alumnos (en el centro son 128 escolares, 150 si se cuentan los de enseñanzas para adultos), 15 profesores (la mitad de la plantilla) y dos o tres personas de personal no docente y padres. Tienen, dice Ferreiro, poco trabajo. «Hai 10 anos houbo un bum, con casos que incluso non precisarían mediación como unha discusión no patio; despois pasamos a entre 5 e 7 casos anuais, e agora estamos en un ou dous ao ano», recuerda. «O importante é que saben que existe o servizo, e que os rapaces aprenderon mecanismos de diálogo», indica.

Tania Yáñez está en el equipo de mediación desde hace años. Se apuntó «porque sempre me gustou axudar á xente». Sobre el trabajo de mediación, señala: «É unha responsabilidade, e sentes que podes axudar á xente para resolver o problema». No ha experimentado esa sensación todavía Marcos Porto, uno de los miembros más jóvenes del equipo. «Por sorte non teño participado, porque non hai conflitos no colexio», razona.

El IES Chamoso Lamas lleva diez años preparando a alumnos que faciliten acuerdos

El instituto de educación secundaria Chamoso Lamas de O Carballiño es uno de los centros de la provincia que más pronto implantó un programa de mediación para resolver los conflictos que pudieran surgir en la convivencia escolar. Fueron los profesores los que, en el curso 2005-06, se plantearon qué estrategias alternativas había para la solución de conflictos, explica la orientadora del centro, Ana Ulloa Lage.

En el IES Chamoso Lamas empezaron a formar a mediadores, primero a los profesores y después al alumnado. Ana Ulloa detalla cómo funciona: «O plan de mediación ofértaselle aos alumnos para que o usen, pero é voluntario, non se impón. Non en todos os casos é aconsellable. E nos casos de acoso escolar non se usa porque hai una vítima».

El acoso escolar como tal se afronta en este centro desde una perspectiva de prevención, en las aulas de atención educativa en las que se trabajan habilidades comunicativas y sociales para el alumnado que lo necesite. La mediación puede servir como mecanismo de prevención del acoso, porque soluciona conflictos antes de que puedan convertirse en algo más grave. Por definición, el acoso escolar no es algo puntual sino reiterado y continuado en el tiempo.

Cuando ambas partes aceptan participar en la mediación, esta se hace de forma paralela al reglamento interno. La sanción que este prevé quedará aparcada si el problema se soluciona con la mediación. Los alumnos que tienen el conflicto eligen a los mediadores y el proceso se desarrolla por fases hasta llegar a un acuerdo pactado. Las dos partes cumplen lo acordado porque lo han decidido de forma conjunta y es una solución que beneficia a ambos.

Cada trimestre, en el Chamoso Lamas se celebra un taller de formación en mediación en el que participan quince alumnos. Así, el centro tiene un elevado número de personas formadas a lo largo de estos años, explica la orientadora. Y es algo que les sirve para aplicar no solo en su etapa en secundaria sino como formación personal en general en la resolución de conflictos, añade Ulloa Lage. Así, además de la mediación programada que se utiliza cuando los alumnos en conflicto la aceptan, en el centro observan que las técnicas y fases de esta actividad se pueden utilizar más informalmente para resolver problemas que puedan surgir por ejemplo en el patio o fuera del instituto.