Durante el paso de La Vuelta a España por la Ribeira Sacra, encontramos a un grupo de ciclistas que se topan a menudo con dificultades para circular por carretera y de ser respetados por los conductores de vehículos a motor. Manuel, Herminio, Berna e Iván consideran que falta publicidad sobre las normas de circulación. Creen que no es suficientemente conocido que los conductores tienen la obligación de dejar como mínimo un metro y medio de distancia de seguridad al adelantar a ciclistas y que para ello deben ocupar parcial o totalmente el carril contrario, aunque haya una línea continua separando. «De cen, sepáranse só cincuenta», considera Iván. Apuntan que tampoco se cede el paso en las rotondas cuando los ciclistas van en grupo.
Las carreteras de Os Peares o la de Celanova son en las que perciben que los conductores se «arriman» más a las bicicletas. Ninguno de ellos ha sufrido atropellos cuando circulaban en bici, pero sí afirman haberse llevado varios «sustos». En general, consideran que es un problema de falta de respeto entre conductores y que a veces son también los ciclistas quienes incumplen algunas normas, como saltarse semáforos en rojo y que ellos mismos deben dar ejemplo. «A xente non está mentalizada para andar en bici», reflexionan. Otro problema que advierten se refiere al mantenimiento de las carreteras. «As veces os arcéns non están transitrables porque están pouco limpos», señalan.