Uno de cada cuatro trabajadores está afiliado a un sindicato en la provincia

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

antonio cortés

El paro y la inestabilidad laboral complican el crecimiento de las centrales

31 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La afiliación sindical no pasa por su mejor momento. Con un mercado laboral que todavía trata de recuperarse de la grave fractura sufrida durante los años de crisis, cuando cerraron centenares de empresas y se perdieron miles de puestos de trabajo, las centrales de clase logran mantener a duras penas su representatividad entre los trabajadores. A día de hoy, y de acuerdo con las cifras que manejan los propios sindicatos, hay en torno a 24.000 trabajadores de la provincia que están afiliados a alguna central, lo que supone que la militancia llega a uno de cada cuatro.

Ese dato es hoy algo inferior a la que había hace dos años y, desde luego, difiere bastante de la que se contabilizaba antes del año 2009, cuando se puso fin al bum de afiliación vivida desde el 2008 y, también, cuando comenzó a notarse la recesión económica. Desde entonces todos los sindicatos han ido perdiendo fuerza no solo por la disminución de afiliados, sino también por la reducción de ingresos, consecuencia de que muchos militantes que perdieron su empleo y no lo han podido recuperar pagan ahora cuotas mensuales reducidas.

«Agora mesmo é difícil non só conseguir que se afilie xente nova, senón tamén manter a estabilidade porque a situación laboral na provincia de Ourense vai en picado, hai moita xente que ten problemas para chegar a fin de mes e todo gasto a maiores queda sempre estancado», reconoce Etelvino Blanco, secretario provincial del sindicato con más afiliados de la provincia de Ourense. Según el dato que ellos mismos manejan, ahora mismo hay en torno a once mil militantes una cifra estable desde hace dos años. «Estamos estancados, no mellor dos casos», explica, advirtiendo que «a precariedade do mercado laboral ten un efecto claro nas organizacións sindicais porque non é o mesmo un traballador cun contrato fixo que o que ten un contrato temporal, que non é tan reivindicativo e moitas veces soporta condicións de sobre explotación. A dinámica é moi distinta».

Tiempos complicados

Con unos seis mil afiliados, medio millar menos que los que contabilizaba en 2014, UGT se mantiene como la segunda fuerza en cuanto al número de militantes. «La crisis ha afectado de una forma muy importante y ha supuesto un problema de pago y de afiliación», admite José Luis Fernández Celis, responsable provincial del sindicato. En su opinión, «con la situación que tenemos actualmente es un mérito muy grande mantenernos en estos datos, teniendo en cuenta el recorte de los salarios y el incremento de la precariedad. Esto nos demuestra que la gente sigue confiando en nosotros porque somos la mejor forma de defenderse de una administración que quiere silenciarnos y amordazarnos». Celis presume de que hoy por hoy «UGT es la primera fuerza sindical en representación en Ourense y comarca» y asegura que tienen representación en todos los sectores.

«Estamos nun momento complicado», coincide Benxamín Vences desde CC. OO., sindicato que tiene ahora mismo 4.400 afiliados en la provincia de Ourense, con una reducción 400 respecto al 2014. «Ao largo da crise houbo un proceso de perda de afiliación», explica Vences, que asegura que con la recuperación del empleo que se está notando en Ourense en los últimos meses, parece advertirse también una mejoría en las altas. Eso sí, cada vez es más complicado atraer a quienes se incorporan al mercado laboral. «Non podemos dicir que haxa afiliación entre os mozos que comezan a traballar», afirma. Hoy por hoy el sindicato se mantiene, en un 90 %, con el dinero procedente de las cuotas de los socios, que van desde los dos euros para quienes se benefician del pago reducido, hasta los once de la mensualidad ordinaria. «Pese a todas as dificultades, imos seguir pelexando para recuperar os dereitos da clase traballadora», advierte.

 Otras fuerzas

Además de las tres grandes centrales, en la provincia de Ourense tienen representación, aunque más minoritaria, otras agrupaciones sindicales como CSIF, con amplia presencia entre los funcionarios y unos dos mil afiliados, CGT, con representación en Renfe, banca o Correos y un centenar de afiliados o, entre otras, USO con presencia en el sector de la justicia o en corporaciones como la Diputación o el Concello de Ourense.

La recesión provoca un parón en la renovación de los convenios colectivos

La presencia de los sindicatos es crucial cuando se negocia un convenio colectivo dentro de una empresa pero la crisis también ha provocado la paralización de la renovación de muchos de los convenios colectivos que están activos en la provincia de Ourense. Así, de los veinte que existen de sector, solo tres fueron renovados el año pasado. Además, la situación tampoco es optimista en lo que respecta a la regulación específica de las empresas, ya que de los 71 convenios que existen en Ourense, se actualizaron diecinueve en el año 2015. Esto significa que solo uno de cada cinco convenios fueron renovados el año pasado, de acuerdo con los datos oficiales.

De este modo, el número de trabajadores que carecen de una regulación actualizada el año pasado asciende a 29.000. Solo la tienen los 2.910 afectados por los convenios colectivos de comercio de alimentación, comercio de materiales de construcción y pastelería, así como los 1.650 que trabajan para empresas que sí alcanzaron un acuerdo de actualización.

Protestas en la calle

Pendientes de renovarlo se encuentran sectores como el de la limpieza de edificios y locales, que lleva tres años sin lograr un acuerdo bloqueado de nuevo después de que en marzo pasado se firmase un principio de pacto entre patronal y sindicatos. En ese sector trabajan cerca de un millar de personas cuyas protestas se han ido recrudeciendo en los últimos meses. De hecho, la sede de la Confederación Empresarial de la capital ha sido escenario, casi todas las semanas desde hace varios meses, de concentraciones de los trabajadores, que pasarán las vacaciones de verano sin haber conseguido renovar su convenio. Sí se está negociando en estos momentos el del sector del siderometal.