El club presentará una alegación para intentar no perder los derechos
15 jun 2016 . Actualizado a las 22:44 h.El Club Ourense Baloncesto se quedará, con toda probabilidad, fuera de la ACB cuando se cumpla la medianoche de hoy. Es el plazo que estipula el contrato entre la entidad ourensana y la asociación de clubes como fecha límite para formalizar la inscripción. El COB podría haberlo hecho desde el 15 de mayo, pero se llegó al último día sin los apoyos necesarios o estos fallaron cuando antes habían anunciado que todo se resolvería en plazo.
No ha sido así. Las instituciones, Concello y Diputación - que siguen siendo los máximos accionistas- igual que levantaron al equipo con sus aportaciones pasadas lo han dejado caer en esta ocasión sin poder disfrutar de un ascenso que ilusionó a la afición y a buena parte de la población.
Poco margen de maniobra queda ya. Aunque se pudiera disponer del dinero por una maniobra política provincial u autonómica que hasta ahora no se ha dado, ya apenas quedaría tiempo para realizar todos los trámites bancarios y notariales. Y el problema no era precisamente el dinero, aunque fuese una cantidad tan elevada como tres millones de euros. Como dijo ayer el portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero, el Concello de Ourense tiene un remanente de más de 40 millones de euros que le permite atender las necesidades sociales y distintos aspectos de la vida de la ciudad y también apoyar al COB. Sin embargo, el PSOE no modifica su postura de no aprobar más que los 607.000 euros que anunciaron según el porcentaje municipal de acciones.
Los gestores del club ya casi solo esperan que llegue la hora final para explicar en una rueda de prensa cuál ha sido su proceder y por qué el equipo se queda sin ascenso. Se intentará una última opción. Buscar una fórmula jurídica para presentar a la ACB una alegación que permita defender los derechos adquiridos. Fuentes del club no precisaron mucho sobre esta cuestión, pero se trataría de buscar una justificación de índole legal para evitar que a las doce de la noche de hoy venza definitivamente el contrato entre ambas partes.
También ayer los clubes que ascendieron este año desde la LEB, Palencia y Melilla, solicitaron a la ACB su afiliación en el plazo fijado pero también que su ingreso se demore hasta la temporada que viene porque reconocen que no pueden cumplir las condiciones económico-financieras y de instalaciones que exige la liga Endesa. Al igual que el ascenso en diferido del COB el año pasado. Sin embargo, a Ourense de poco le ha servido el año de prórroga. Sí para ir preparando el club hacia una estructura más profesionalizada y habilitando el Pazo según las exigencias de la nueva competición. Pero finalmente, todos han dejado al club a su suerte en el último momento.
Abanca, la entidad bancaria que el año pasado aceptó financiar un crédito casi tal cual se lo pedían, mientras este año ha puesto unas condiciones tan duras que no ha sido posible solventarlas. Un banco que fue presentado, según los gestores, como el operador necesario por el presidente de la Diputación hasta que la negociación ya no dio más de sí. Y al final, el juego político local, bien por seguir el criterio de sus formaciones o por hacer oposición, dejó al club sin apoyos verdaderos, más allá de las palabras, en su esfuerzo por subir.