A prisión cuatro personas por el tiroteo en el hospital de Ourense

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A los siete detenidos en la operación se les imputan los mismos delitos pero la jueza envía a la cárcel a los supuestos autores de los disparos

17 may 2016 . Actualizado a las 18:57 h.

La jueza ha decidido enviar a prisión a cuatro de las personas implicadas en el tiroteo del pasado domingo en el Complexo Hospitalario de Ourense. Otras tres han quedado en libertad tras comparecer en el juzgado de guardia. A todos los detenidos se les imputan los mismos delitos pero irán a la cárcel los supuestos autores de los disparos. 

Los siete detenidos han pasado esta mañana a disposición judicial. El juzgado de instrucción 3 de la capital, en funciones de guardia, es el encargado de decidir las medidas contra los sietes arrestados, a los que la Policía atribuye los delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas. Queda pendiente la resolución sobre los otros cuatro sospechosos. Solo Antonio G.M., el padre de los dos primeros detenidos, reconoció haber realizado unos tiros con carácter disuasorio por temor a otros familiares reunidos en el hospital, según fuentes de la defensa.

Las declaraciones comenzaron poco después de las diez de la mañana y terminaron sobre las 15:30 horas. También declararon las víctimas que resultaron heridas. Ambos reconocieron solo a tres de los investigados, Antonio y a sus hijos Daniel y Moisés.

Los sietes detenidos respondieron sobre su grado de implicación en un tiroteo en el que se usaron dos escopetas y un rifle para disparar a las personas de un clan gitano rival residente en el poblado de A Fontela en Maside que estaba en la entrada del hospital. Dos resultaron heridos leves.

Los primeros detenidos, dos hermanos, fueron apresados el lunes en el casco viejo de Ourense, donde se localizó un bulto con las tres armas usadas supuestamente para realizar al menos doce disparos que impactaron en las puertas de cristal del hospital. Después se arrestó a cinco personas más, los padres de los primeros sospechosos, y otros tres miembros de una familia. Tanto agresores como víctimas tienen vínculos de parentesco. El posible detonante de esta agresión pudo ser la relación entre dos jóvenes de las dos partes de una familia enfrentada por antiguas rencillas.