El Barco claudicó ante la eficacia de un Bouzas resolutivo en las áreas

La Voz

OURENSE

Los goles de Pinchi desarbolaron a un Barbadás que no pudo frenar al filial deportivista.
Los goles de Pinchi desarbolaron a un Barbadás que no pudo frenar al filial deportivista. marcos míguez< / span>

Dos goles de Carlos tumbaron a los valdeorreses

26 mar 2016 . Actualizado a las 21:56 h.

Goles: 1-0, min 27: Carlos, de penalti; 2-0, min 68: Carlos.

Árbitro: Del Río Amor (A Coruña). Amonestó con cartulinas amarillas a Oki, Portas, Toni; Macía, Adil, Pablo Corzo y Omar.

Incidencias: Baltasar Pujales (Vigo). Escasa afluencia de público en sus gradas.

Sergio Ríos, Pablo Fernández, Coti, Portas, Toni, Sergio Santos, Iago Paz, Antón Vilas (Miki, min 72), Marcos (Youssef, min 66), Oki (Manu Justo, min 81) y Carlos.

Macía, Rubén Arce, Deivis (Brais, min 70), Pablo Corzo, Omar, Adil (Rubén García, min 59), Borja, Javi Recamán, Tato (Ramos, min 80), David Álvarez y Rodri.

La visita a tierras viguesas fue un pequeño paso atrás para un Barco que se aleja a cinco puntos del sueño de la promoción, pese a que dio la cara en todo momento ante un bien armado Rápido de Bouzas, que se impuso 2-0.

Arrancaron con fuerza los locales, que ya contabilizaron oportunidades de Antón Vilas y Oki en los primeros diez minutos, mientras los valdeorreses intentaban adaptarse a marchas forzadas a la superficie sintética del Baltasar Pujales, muy distinta a la de Calabagueiros.

Pero cuando los hombres de Javi Rey se asentaban mejor sobre el rectángulo llegó la infracción con la que el árbitro castigó una salida de Macía, penalti que transformó Carlos Pereira para adelantar al elenco gualdinegro.

Acusó el golpe del gol la formación barquense y, aunque intentó contestar de inmediato, no fue hasta después del descanso cuando pudieron verse las mejores prestaciones de los visitantes, que dieron entrada poco más tarde a Rubén García, buscando una nueva brújula para su juego. Pablo Corzo, al remate de una acción de estrategia, y Tato hicieron trabajar a Sergio Ríos, como después también inquietó en varias ocasiones Rodri Alonso a la zaga del rápido.

Esa reacción quedó abortada con un preciso envío de Iago Paz a Carlos Pereira, que repitió anotación y prácticamente sentenció el encuentro, pese a que los ourensanos no se rendían y seguían buscando la meta rival, con menos acierto del que acostumbran en su entonado retorno a la categoría nacional.