El acento ourensano de Unicef

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

OURENSE

CAPOTILLO

Alba Martín y sus compañeros relatan la experiencia vivida en Bruselas tras ganar un concurso europeo

24 mar 2016 . Actualizado a las 18:46 h.

Recién aterrizados y con pocas horas de sueño, pero muy contentos. Así llegaron a Pontevedra los cinco estudiantes, entre ellos la ourensana Alba Martín, de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación, que el viernes ganaron en Bruselas un concurso internacional. El XMMINT International Competition Cross Media Management. Tres chicas y dos chicos conforman el equipo que venció en el certamen con su campaña para Unicef titulada WhimList, traducido algo así como lista de antojos.

Junto a Alba Martín, Marta Caeiro (de Santiago) e Isabel Rey (de A Coruña) estudian 4º de Publicidade e Relacións Públicas. Las tres son además compañeras de piso en Pontevedra. Ángel Rey, de Vigo, cursa también ese grado, aunque es de una promoción anterior, e Iago Souto, de Xustáns (Ponte Caldelas), estudia Comunicación Audiovisual.

En Bruselas estuvieron de miércoles a domingo acompañados por el profesor Xabier Martínez Rolán, al que hacen partícipe de su éxito. Creen que la experiencia vivida les servirá para el futuro, tanto en lo personal como en lo profesional. «Anima a irte fuera y ayuda a ver que eres capaz, además fue muy bonito», comenta Isabel. En la capital belga no partían como favoritos, confiesan en un encuentro con La Voz en una cafetería. Competían con cuatro equipos de las universidades de Grenoble (Francia), Northumbria (Reino Unido), Katowice (Polonia) y Charlemain (Bélgica). El concurso lo coordinó la universidad belga Karel de Grote. El grupo belga hizo de anfitrión en los ratos libres y en la jornada del sábado.

Para plasmar su campaña, los chicos de la Universidade de Vigo eligieron una aplicación para teléfonos móviles. Echando mano de una estrategia de gamificación -usar la mecánica del juego en entornos serios- implicaron a la ciudadanía en las actividades humanitarias que desarrolla Unicef. El lema sobre el que articularon la campaña fue de qué cosas prescindirías o sin qué podrías vivir. Alba relata que optaron por acciones en varios medios, entre ellos, un vídeo y fotos publicitarias. También diseñaron unas pulseras con mensajes y distintos colores. «Eran como la recompensa por renunciar a cosas en las que se gasta dinero y que no son necesarias». Previamente testaron su campaña a través de una encuesta en las redes sociales. En dos días les contestaron 507 personas.

El viernes por la tarde fue la presentación del trabajo ante los miembros del jurado y el resto de grupos en la sede de Unicef en Bruselas. «Teníamos un tiempo máximo de veinte minutos, que incluyó una exposición y después responder a preguntas sobre nuestra campaña», explica Marta. Fueron los últimos en salir y tras una hora de espera llegaba el veredicto: habían ganado. «Y eso que los representantes del jurado nos dieron caña», cuenta Ángel. Entre otras cuestiones se valoraba la idea creativa y los materiales empleados. Antes de la exposición había algunos nervios, pero fueron capaces de dejarlos atrás. Hablar en inglés tampoco fue una barrera. «Está claro que defender una campaña en un idioma que no es el tuyo cuesta más, pero creo que lo resolvimos bien», afirma Isabel.

El premio por ganar fue quizá lo que menos entusiasmo generó. Un diploma acreditativo -igual al del resto de equipos- y unos recuerdos. «Pensamos que tendríamos un reconocimiento oficial, pero también es la primera vez que se organizaba», apunta Ángel, que añade que el profesor Xabier Martínez Rolán se movió muy bien y realizó gestiones. «Hacer prácticas en alguna sede de Unicef en España es una posibilidad que quedó abierta». El viaje y la estancia en Bruselas lo financió la Universidade de Vigo. Los chicos conocieron el concurso a través de una profesora. Fue a principios de curso. Una decena de alumnos se presentaron. «Empezamos a trabajar en serio en la última semana de enero». ¿Cuántas horas hay de trabajo? «Uf, muchas. Este fue un trabajo colectivo y nos ayudó mucha gente». Enhorabuena.

Aunque no eran los favoritos, su proyecto fue el elegido entre cinco propuestas