O víctimas o culpables de un fraude

OURENSE

17 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ourensanos estamos cansados de escuchar promesas electorales que después no se cumplen. La creación de un grupo parlamentario propio para En Marea fue el tema central de casi todas las intervenciones públicas de los miembros de la coalición de Podemos, Anova y Esquerda Unida. Hay dos posibilidades: que la candidatura protagonizase un fraude a su electorado o que ellos mismos sean las víctimas de un fraude por impedírseles formar grupo parlamentario. Podría pensarse que el primero de los escenarios no es el real porque al día siguiente de que los ourensanos lo convirtiesen en diputado, David Bruzos, su cabeza de lista en la provincia, decía que ni siquiera había oído hablar de las dudas en torno a las garantías jurídicas de si habría grupo o no. Que los partidos que están detrás de la coalición supiesen o no de las dificultades que entrañaba tal promesa sería en ese caso un misterio incluso para Bruzos, pero hay que tener en cuenta que él es el único de los diputados de En Marea que no milita en ninguna de esas tres formaciones. En todo caso, el BNG ya lo había advertido desde semanas antes. Lo hizo, por ejemplo, su exdiputada Pilar García Negro en una tertulia de Vía V explicando que, si En Marea recibiese el privilegio de un grupo propio, supondría un agravio comparativo para el Bloque, al que en el año 2008 se le impidió formar uno con diputados cedidos de CiU y PNV. Más allá de la ironía de que los nacionalistas rechacen la posibilidad de que por primera vez exista un grupo gallego, Bruzos tiene ante sí una difícil decisión. Él no encabezó la lista para ser un diputado más de Podemos. Ese sí que sería un fraude a sus votantes. Sería un mal comienzo para un político que llega aupado por una sociedad que mayoritariamente considera positivo que el bipartidismo en la representación estatal se rompa por primera vez en 25 años en Ourense. Que no se arrepientan.

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