«Esa gaita que toco, siente como una persona...» le cantaba el pintor
29 nov 2015 . Actualizado a las 18:00 h.«Maya, te hablo desde A Coruña. Estamos en la casa donde vivió tu padre...». «Y mi abuela, y mi tía, y la otra tía también». Era el inicio de una conversación múltiple con la primera hija de Picasso, Maya, desde la casa-museo del pintor donde se está exponiendo estos días el cuatro La alternativa, el último que pintó el artista antes de que su familia de marchara de la ciudad. José Félix Bentz, director del Círculo Artístico de Barcelona, canalizaba las preguntas de los participantes en el coloquio El despertar del genio.
-¿Cómo era aquella nana que le cantaba su padre?
-Esta gaita que toco... [empieza a cantar] Esta gaita que toco, siente como una persona, esta gaita que toco... Ya no me acuerdo nanaa... Y unos días toca bien y otros días toca mal. A orilla del mar yo te quiero ver...
-¿Le hablaba su padre de A Coruña?
-Me hablaba de la lluvia cayendo sobre los adoquines, de los cristales cuando llovía, que tenía mucho frío al llegar allá desde Málaga. Y de que se murió su hermana. No hablaba mucho de la muerte en general, pero de la muerte de su hermana sí porque yo tenía derecho a oír estas palabras siendo María de la Concepción. También se llamaba así la primera, o la segunda, mujer del tío Salvador que tenía mucha importancia en nuestras vidas, ya que había ayudado con dinero a mi padre al principio de su vida, cuando empezó a pintar de verdad. Porque acuérdate de que cuando estaban en A Coruña mi abuelo decía que ser pintor no valía la pena, ser profesor en un colegio sí.
-¿Su padre quería que usted fuera pintora?
-A él le hubiera gustado que hubiera sido cantante de ópera y a mí no me gustaba nada la ópera, me gustaban más cosas más divertidas. No tengo ninguna pinta de cantante de ópera.
-¿Vendrá a Galicia?
-Con el sol. Lo que me gustaría es ver el traje, supongo que tendréis postales con el traje típico de Galicia. Si me puedes mandar algunas... Postales, no el traje.