Mariluz Barreiros: «Mi padre llevó siempre a Ourense en el corazón»

OURENSE

Ruth Nóvoa

La responsable de la Fundación Barreiros recibió el premio Ourensanía

12 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Este no es un premio más. Es un galardón que supone un honor y que me emociona tanto, por ser el reconocimiento al trabajo desarrollado por mi padre, que lo guardaré como un valioso tesoro que exhibiré siempre». Con estas palabras Mariluz Barreiros agradeció el premio Ourensanía 2015 que ayer le fue entregado en el Teatro Principal en un acto institucional organizado por la Diputación de Ourense, promotora de la convocatoria.

La hija de Eduardo Barreiros, a quien se otorgó la distinción en reconocimiento al trabajo desarrollado por su padre y al que la propia galardonada lleva a cabo desde la fundación que lleva el nombre del desaparecido empresario de la automoción, recordó los orígenes de sus progenitores en Gundiás y Cerreda ?de donde eran su padre y su madre, respectivamente?, su condición de ourensana de nacimiento y la defensa que siempre se hizo en su familia de esta circunstancia: «Mi padre llevó siempre a Ourense en su corazón. Era profundamente gallego y en todos sus proyectos siempre se rodeó de colaboradores gallegos y ourensanos». Mariluz Barreiros recordó los orígenes humildes de sus padres, la condición de emprendedor de su progenitor y cómo en los sucesivos proyectos que fueron promoviendo a lo largo de los años los hermanos Eduardo, Valeriano, Graciliano y Celso siempre jugó un papel decisivo el componente familiar y ourensano: «Y siempre con Dori ?Dorinda Ramos, su madre? apoyándolos en todo y ejerciendo como la columna vertebral que los matenía unidos. De hecho para todos ellos Barreiros Diésel era una prolongación de la familia», según Mariluz Barreiros.

La galardonada desgranó los recuerdos familiares de sus padres en Nogueira de Ramuín, los primeros proyectos en Ourense, el traslado a Madrid ?«a la primera nave que tuvo le puso Galicia Industrial y en ella trabajaban siete operarios. Quince años después daba trabajo a 25.000 personas y ocupaba dos millones de metros cuadrados»?, la condición de Eduardo Barreiros como pionero de la industria de la automoción y la influencia que la Ribeira Sacra tuvo en la obra de referencia sobre su padre: tras varios años de negativas, Hugh Thomas aceptó escribir el libro tras recorrer la zona.