Detectan 300 litros ilegales de aguardiente tras dar 0,0 el conductor en un control de alcoholemia

La Voz OURENSE

OURENSE

El fuerte olor a alcohol hizo sospechar a los guardias, por lo que pidieron ver el maletero, donde aparecieron las garrafas con el aguardiente sin documentación ni certificado de origen

09 nov 2015 . Actualizado a las 19:23 h.

Si hubiera dado resultado positivo la prueba de alcoholemia a la que fue sometido el conductor de un Renault Safrane durante la madrugada del pasado sábado, en un control en la A-52 a la altura de Sandiás, igual  no se descubría un cargamento ilegal de aguardiente. Pero el conductor dio 0,0 en la prueba y esa circunstancia no encajaba con el fuerte olor a alcohol que les llegó del interior del vehículo cuando el conductor abrió la ventanilla para identificarse y soplar. Algo no encajaba. Los cristales traseros tampoco ayudaban. Fue pedir al conductor que abriera el maletero y entender el motivo del fuerte olor, que no era por al aliento de la persona que estaba volante del coche, sino por el contenido de las garrafas que había en el maletero. Eran trescientos litros de aguardiente blanca.

El descubrimiento de las veinte garrafas de plástico, cada una de ellas con quince litros de aguardiente, permitió despejar las dudas de los guardias  que participaban en el control preventivo de alcoholemia y drogas durante el fin de semana.

Ni el conductor, Ronald R. C. G., ni el acompañante, Cesáreo S. R., de 27 y 53 años, respectivamente, dieron explicaciones sobre el origen de su cargamento de alcohol. Ninguno de los envases tenían precintas o signos fiscales de circulación correspondientes al impuesto especial sobre alcoholes. Carecía, igualmente, de etiquetado de carácter sanitario, por lo que tampoco tenían los guardias garantías de que fuese un producto apto para el consumo y no tuviera carácter tóxico.

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que intervinieron en esa acción decidieron incautar toda la mercancía, para su posterior análisis y para que tomaran medidas, con sus eventuales sanciones administrativas, tanto por parte de la Agencia Tributaria como por la administración sanitaria responsable del área de salud.