«Todo lo que conseguí gracias a este negocio es una satisfacción»

NOELIA LAGE, r. n. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Carmen Fernández es la tercera generación que se encarga de la paquetería Renol.
Carmen Fernández es la tercera generación que se encarga de la paquetería Renol. miguel villar< / span>

Con tan solo nueve años ya ayudaba a sus abuelos en el negocio

30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

ourensanos en su rincón paquetería renol (praza do ferro)

Carmen Fernández era apenas una niña cuando, acompañada por sus abuelos y hermanos, emprendió uno de los viajes más importantes de su vida. Abandonando la Cuba de Batista, años antes de que estallara la revolución, se trasladaron a España para reunirse con los que ya se encontraban aquí. «Mis padres y hermana vinieron antes a descansar y después nosotros porque decían que aquí se estaba muy bien», recuerda.

En 1955, su abuelo se hizo cargo de Renol, una paquetería del siglo diecinueve; hoy de los negocios más antiguos de la ciudad. El nombre hace referencia a la furgoneta Renault de los antiguos propietarios, que la usaban para repartir los productos por las aldeas y que la familia de Carmen ha mantenido todo este tiempo. Primero para que los clientes la identificaran, ahora porque ya es parte de su historia.

Con nueve años ya ayudaba en la tienda, lo que no impidió que estudiara para ser maestra. Sin embargo, nunca llegó a ejercer la profesión: «Antes, al terminar la carrera tenías que ir a trabajar a los pueblos. Yo tenía catorce o quince años y mis padres no querían que fuera, me dijeron que me quedara ayudando en la tienda». De esta forma, la paquetería fue de una generación a otra: «De mis abuelos pasó a mis padres y después la cogí yo».

Tras décadas al frente, Carmen tiene claro que ha sido una experiencia enriquecedora, sobre todo por la gente que ha ido conociendo a lo largo de los años. Al rememorar sus vivencias no solo encuentra a sus clientes sino que también guarda con especial cariño las amistades que forjó con los viajantes comerciales, caracterizados por la regularidad de sus rutas y la reiteración de sus visitas.

No obstante, nada permanece eternamente y Carmen ha tomado la decisión de cerrar la paquetería, que ya se ha ganado un hueco en la historia de esta ciudad. Se trata de una idea vaga -cuya materialización no se hará efectiva en un futuro inmediato- pero firme. Aún conserva un volumen importante de artículos almacenados que desea vender. Sabe exactamente donde se encuentra cada uno de ellos y no duda en afirmar que sería consciente de la falta de un solo botón de la tienda.

Le da pena que el negocio no perdure en el tiempo, pero ahora busca cuidarse y disfrutar de la vida. «Todo lo que conseguí gracias a este negocio es una satisfacción» dice mientras se emociona recordando. Sus clientas también la echarán de menos: sus productos, destinados a un público más mayor, son difíciles de encontrar hoy en día.

Entre los planes que ha ido tejiendo está visitar Cuba, su tierra natal, y los primos que allí le quedan. También quiere ir a Miami, donde tiene a sus sobrinos, y pretende recorrer España para reencontrarse una vez más con aquellos viajantes que llegaban a la paquetería con sus productos, y que se iban de allí con algo más que las ventas: la simpatía y la amistad de la dueña.

CARMEN FERNÁNDEZ

63 años

Dueña de la Paquetería Renol en la Praza do Ferro

«La paquetería lleva tres generaciones en mi familia, me da pena cerrarla pero no tengo hijos que se encarguen».