El riesgo de partirse la cara

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

19 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Leí en una ocasión los consejos que una madre daba a su hijo al tiempo que le entregaba -por fin, pensaría él- un móvil. Uno de ellos se me quedó grabado. «No le digas a nadie a través de Facebook, de Twitter ni de WhatsApp lo que no te atreverías a decirle a la cara». Me pareció un consejo muy simple, obvio quizás, pero lleno de sentido común. Me pareció saludable.

Creo que esa recomendación no debe ser exclusiva para los adolescentes que se adentran en el proceloso mundo de las relaciones virtuales. Son muchos los adultos que deberían incorporar ese mantra de sensatez en lugar de esconderse tras una pantalla.

Resultaría especialmente interesante que lo hicieran los que se dedican a la cosa pública en Ourense. Ya he dicho en alguna otra ocasión que la provincia no la vamos a arreglar a golpe de tuits y de «Me gusta» por mucho que algunos crean que sí.

En estos días en los que se pone sobre la mesa un debate entre los candidatos a la alcaldía de Ourense no estaría de más que se miraran las caras. Pero ahí andan, enredados, mandándose recados y mensajitos que, probablemente, no serían capaces de decirse frente a frente. O no sin ponerse colorados.

Esta campaña volverá a demostrar a los ciudadanos, si cabe en mayor medida, que donde más cómodos están los candidatos es en el cartel electoral y en sus equivalentes virtuales. O acunados por el aplauso de los suyos. Lo de partirse la cara por su ciudad es mucho pedir.