La provincia ourensana registra medio centenar de casos de tuberculosis al año

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Los neumólogos alertan de que los tiempos medios de diagnóstico siguen siendo altos y ocasionan más contagios

22 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo martes, con motivo del día mundial de la tuberculosis, el director de procesos asistenciales de la gerencia de Xestión Integrada de Ourense, Ciro Cabezas, junto al jefe del servicio de Neumología, Pedro Marcos, y el responsable de la Unidad de Tuberculosis, Abel Rodríguez Canal, darán a conocer la incidencia y evolución de esta enfermedad en la provincia.

La tuberculosis ya no es lo que era en otros tiempos, ni por su incidencia ni por su porcentaje de curaciones. Sin embargo, lejos de la creencia social de que se trata de una enfermedad del pasado, no está erradicada ni mucho menos. De hecho, en el último registro anual cerrado, el del 2013, de los 603 nuevos casos detectados en Galicia, 54 eran ourensanos.

El envejecimiento de la población juega, en este caso, a favor de la provincia ourensana. La incidencia media en Galicia es de 21 casos por cada cien mil habitantes, mientras que territorio ourensano se dan 16,5 para esa misma escala. «El principal grupo de afectados está entre 25 y 54 años, aunque también hay casos de mayores y especialmente de niños. No hay que olvidar que es una enfermedad de contagio social y la gente en edad productiva es también la que tiene a su alrededor a esa población más joven» explica Abel Rodríguez Canal, responsable de la Unidad de Tuberculosis del CHUO para el área sanitaria ourensana.

El neumólogo, que recientemente presentó en una sesión el balance de los resultados del programa gallego de prevención y control de la enfermedad, señala que precisamente esa capacidad de contagio y el «olvido social» de su existencia está detrás del principal problema al que se enfrentan para erradicarla. «Si tardamos 60 días en diagnosticar un caso, la persona enferma ha podido contagiar a otros veinte, pero si lo hacemos en quince días puede que solo se haya extendido a seis o siete», ejemplifica Abel Rodríguez.

Ese es, precisamente, el objetivo con el que trabajan todas las unidades de tuberculosis integradas en el programa, incluida la de Ourense, porque no existe vacuna efectiva y, por lo tanto, la única herramienta para combatirla eficazmente es ir acortando los tiempos de contagio. «Intentamos mantener esa alerta constante, pero es difícil de conseguir, tanto desde el aspecto de los facultativos como de la sociedad», señala. Esa «sospecha médica», que hace tres décadas estaba muy activa hoy es menos habitual. «Hay médicos de familia que no ven un caso de tuberculosis en seis o siete años», matiza el neumólogo recordando que cuando se inició el programa gallego de prevención, en 1996, había una media de doscientos casos por año.

Precaución

Pero no es esa menor alerta facultativa la principal razón de la tardanza en la mayoría de los casos, sino la no llegar a tiempo a la consulta. «La gente no piensa en esta enfermedad, ni siquiera cuando llevan ya dos semanas tosiendo y, como además son personas en activo y de edad relativamente joven, van aguantando, lo achacan a un catarro o no le dan importancia», relata el responsable de la unidad. De hecho, cuando ya en Neumología les dan el diagnóstico «todos, el 100 % de los pacientes se sorprenden muchísimo; nunca se les había pasado por la cabeza».

Pese a todo, la vigilancia promovida desde la unidad da muy buenos resultados y, de hecho, Ourense registra un descenso anual de casos del 6 %. El tabaquismo es el principal factor de riesgo asociado a los casos de tuberculosis (un 21 % de los detectados). Un 5,5 % de los casos se dio en población inmigrante y un 4,3 en personas afectadas por VIH. Los varones suponen más de la mitad de los casos (57 %) y los niños representan el 5,3 % de los contagiados.

«La gente no piensa en esta enfermedad, creen que ha desaparecido»