Con el trasfondo de continuar con la certificación, los días continúan pasando y en la denominación de origen Valdeorras cada día es importante. Porque la situación de provisionalidad que hay en el consello regulador, con Isabel García como presidenta en funciones tras la marca de José Luis García Pando, no puede mantenerse por mucho tiempo más. De hecho, tiene fecha. Son treinta días los que hay entre que el presidente dimite y el pleno debe elegir a su sucesor. Y teniendo en cuenta que García Pando anunció su marcha el día 10 (cierto es que no la oficializó, tal y como había anunciado también, hasta una jornada después), es fácil hacer la resta para saber que la semana que entra será la de la búsqueda del candidato y el inicio de las negociaciones. La siguiente, como muy tarde, habrá votación.
La idea de crear una gestora con tres cabezas visibles (una por censo: sindicatos, cooperativas y bodegas), tal y como propusieron las cooperativas, no es posible porque no tiene encaje legal. Hay que buscar un presidente, que se encargará de pilotar el consello regulador hasta las elecciones, previstas para el próximo año.
En los próximos días la Xunta auspiciará un encuentro de todos los sectores (al menos de sus representantes en el consello) para tratar de llegar a un nombre de consenso. De momento ya van sonando nombres. El único que hasta ahora se dijo en voz alta fue el de José Luis Bartolomé. Fue propuesto desde el sector de las bodegas no cooperativas, pero él mismo se autodescartó. Otros nombres suenan también, aunque todos ellos comparten, al menos de momento, la peculiaridad de que son postulados propios. Varias personas se han ofrecido para ocupar el cargo, escuchándose de manera especial los nombres de María Eugenia Medina, que se presentó a las elecciones contra José Luis García Pando pero consiguió solo el apoyo del vocal de Asaja; y Cristina Murga, que fue presidenta de la Asociación de Adegas hace más de una década. Pero de momento ningún sector ha mostrado su apoyo a ninguna de ellas en voz alta. Tampoco a ningún otro candidato, de momento.
La Xunta -tal y como dijo el delegado en Ourense, Rogelio Martínez, tras el encuentro con los bodegueros- apuesta por logra un candidato de consenso, pero cabe la posibilidad de que no lo haya y entonces, las cifras mandan: con cinco de los nueve votos que hay en el pleno saldría elegido el nuevo presidente.