La superficie de suelo ecológico cayó un 10 % en Ourense

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

<span lang= es-es >Del campo al mercado</span>. Los mayor parte de los productos ecológicos que se producen en Ourense se  venden en otros puntos de España y en el extranjero, aunque cada vez hay más tiendas en la ciudad. En la imagen Todo Bio, que apuesta por ofrecer este tipo de alimentos.
Del campo al mercado. Los mayor parte de los productos ecológicos que se producen en Ourense se venden en otros puntos de España y en el extranjero, aunque cada vez hay más tiendas en la ciudad. En la imagen Todo Bio, que apuesta por ofrecer este tipo de alimentos. miguel villar< / span>

La provincia sigue siendo, junto a Lugo, la que cuenta con mayor número de hectáreas en Galicia; en ellas trabajan 150 productores

18 feb 2015 . Actualizado a las 18:42 h.

Ourense lidera, junto a Lugo, el ránking de superficie para agricultura y ganadería ecológica de Galicia, con de 5.979 hectáreas. Sin embargo, ha experimentado un descenso cercano a un 10 % en los dos últimos años, mientras Lugo ha seguido creciendo. Así las cosas, en la ultima década se ha duplicado el número de productores y Ourense alcanza los 150. También son positivos los datos de facturación, no solo en Ourense sino en toda la comunidad. Si en el 2012 la cifra era de 27 millones de euros, desde el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia se cree que el 2014 podría cerrarse con una cifra cercana a los 30 millones. Un crecimiento paulatino desde el 2012 que no ha bajado del 10 %, convirtiéndose en uno de los pocos sectores que ha toreado la crisis. «A falta de traballo levou á xente a mirar ó ecolóxico. Hai moitos novos agricultores. De feito, hai algúns pobos que estaban case despoboados e grazas a estes produtos segue habendo un núcleo nunha zona destinada a desaparecer», afirma el secretario del consejo, Javier García Lozano. En Ourense, dice, zonas de Verín y A Gudiña han visto como grandes ganaderías han mantenido a la población.

«Para ganar hay que trabajar mucho»

Anabel Dacosta llegó a tierras verinenses desde Asturias. Es técnico de Biocoop, cooperativa a la que pertenecen 32 ganaderías de Quintela de Leirado, Viana, Riós, Allariz, Calvos de Randín y Laza, entre otras localidades. «En el 2001 había cuatro ganaderías ecológicas y en dos años pasamos a 25», explica y añade que el crecimiento ahora es más lento. «Para ganar con lo ecológico hay que trabajar mucho», dice.

«A xente empeza a valorar a saúde»

Labregos Daiquí, ubicados en A Limia, comenzó su andadura hace más de veinte años. Manuel García es su alma máter. «Cada vez hai máis xente que sabe que moitas enfermidades entran pola boca e a xente empeza a valorar a saúde», dice. Sin embargo, y aunque la producción ha aumentando, la mayoría de sus clientes no están en Ourense, sino en el resto de la península y hasta en otros países. García afirma tajantemente que toda la agricultura tarde o temprano acabará siendo ecológica ya que «a tradicional sae moi cara».

«Seguimos a la cola de Europa»

En el año 1988 se abrió en Ourense el primer restaurante y tienda de productos ecológicos, Todo bio. Casi treinta años han pasado y su propietario, Carlos Couto, afirma que aunque se ha notado un aumento en el consumo de este tipo de alimentos, todavía queda mucho camino por andar.

«Desde el punto de vista del mercado hay que tener en cuenta que seguimos a la cola de Europa». Recuerda que hace pocos años hubo una apuesta fuerte por parte de los distribuidores, que vieron en España y en Galicia un mercado floreciente. «Se acabaron retirando porque vieron que el nivel de España no era el que esperaban. Resultaba muy dificultoso introducir los productos», explica. Sin embargo, Couto relata que sí se ha notado que los ourensanos consumen más ecológico, pero afirma que se debe a un «impulso externo». Quiere decir que la gente que consume estos alimentos suelen ser personas que han viajado o vivido antes en otros países en donde es más habitual y está más normalizada su presencia en todo tipo de establecimientos.

También alerta de la necesidad de tener un control riguroso sobre estos alimentos antes de consumirlos y comprarlos. «Dentro de lo que se denomina bio hay diferentes clases y categorías. Los márgenes son amplios y es necesario saber distinguir».