Ángel Galindo: «La crisis de valores es más grave que la económica»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Cedida

21 ene 2015 . Actualizado a las 12:30 h.

Ángel Galindo García, rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, abre hoy (20.00 horas en el Liceo) el cartel de ponentes para la séptima edición de la Semana de Teología que organiza la Diócesis de Ourense, y que contará, en jornadas sucesivas, con el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, y el rector del seminario de Valladolid, Aurelio García Macías.

—¿En qué cambia la llegada del papa Francisco la misión social de la Iglesia?

—El papa Francisco ha hecho una aportación, a través de su documento Evangelii gaudium, que ha sido muy bien recibida por los medios de comunicación y la sociedad sobre cómo avanzar en esa nueva evangelización y en el compromiso social de la Iglesia en el mundo del siglo veintiuno. Francisco da continuidad a una senda que ya había iniciado en algunos aspectos el papa Benedicto, pero además rescata algunos principios humanos que existen el Evangelio pero que estaban como soterrados. El papa los saca a la luz y eso va a romper, por supuesto, con algunas estructuras de la Iglesia.

—¿Cómo resumiría lo que supone esa nueva evangelización?

—La realidad es que, sobre todo en el mundo occidental, estamos viviendo una crisis de valores que es incluso mayor que la crisis económica y la respuesta es un compromiso que tiene que plasmarse en la vida: en la escuela, en la familia, en la política, en la economía... Por ejemplo, frente a las injusticias y la corrupción el papa y la doctrina de la Iglesia hablan de buscar el bien común; ante la cultura individualista, la solidaridad; y frente la exclusión, apostar por la dignidad humana.

—¿Cuál es para usted la clave?

—La inclusión. Hay que volcarse en eso. Hay que pasar del compromiso individual al comunitario, formando parte de asociaciones de voluntariado; fortalecer la caridad política con la que la Iglesia tiene que apoyar aquellas ofertas de carácter social que vienen del Estado o de otras instituciones, y sobre todo potenciar la solidaridad gratuita frente a la solidaridad técnica.

—¿Cuál es la diferencia?

—La solidaridad gratuita no pide nada a cambio. Es lo que hace Cáritas, Cruz Roja y otras organizaciones. La solidaridad técnica es la que puede ejercer un gobierno ofreciendo ayuda a un país del tercer mundo a cambio de que luego compren sus productos. Por ejemplo, España podría dar bienes al Congo a cambio de que el Congo compre armas a España. Eso se llama solidaridad, incluso entra en el 0,7 que marca Bruselas; pero no deja de ser solidaridad interesada.